Un Mundo Feliz, o Falaz? (I)

Dibujo basado en la novela "UN MUNDO FELIZ", escrita por Aldous Huxley en 1932

Dibujo basado en la famosa novela «UN MUNDO FELIZ», escrita por Aldous Huxley en 1932

Un mundo feliz falaz

En 1932, el escritor inglés Aldous Huxley publicó «Un Mundo Feliz», novela que se ha convertido en un clásico de la literatura mundial. Es probable que el título haya hecho alusión a la obra de Shakespeare «La Tempestad», en la que una de las protagonistas pronuncia los versos:

¡Oh qué maravilla!
¡Cuántas criaturas bellas hay aquí!
¡Cuán bella es la humanidad! Oh mundo feliz,
en el que vive gente así.

Portada de la novela "Un Mundo Feliz", de Aldous Huxley.

Portada de la novela «Un Mundo Feliz», de Aldous Huxley.

La trama describe una sociedad utópica en la cual todo el mundo es feliz, pero a costa de eliminar la característica más distintiva de la especie humana: su libre albedrío. Para ello, se ha desarrollado una tecnología reproductiva en donde los niños son elaborados en fábricas especiales. Además de ser concebidos in vitro, cada feto recibe el tratamiento adecuado para hacer que su vida transcurra sin motivos de infelicidad. Existen cinco tipos de embriones: los alfas, betas, gammas, deltas y epsilones. En el extremo superior están los alfa-plus, desarrollados para dirigir y pensar. Luego siguen los alfas a secas, los betas, etc. Los epsilones están al final de la lista y son fabricados para que realicen las tareas más pesadas de la sociedad. Tienen apenas la inteligencia necesaria para realizarlas, pero no más. De esa forma serán felices haciéndolo.

El proceso de elaboración de cada tipo de embrión está diseñado según sea su destino. Por ejemplo, los individuos que serán destinados cuando sean adultos a trabajar en las plantaciones de las regiones tropicales en donde la temperatura siempre es muy alta, son sometidos en el momento indicado de su gestación a un intenso frío que moldea su psiquis en ciernes y les provoca el repudio instintivo a las bajas temperaturas. Por lo tanto, adorarán vivir permanentemente bajo el sol tropical, y así no se quejarán de su rudo oficio.

Lo malo es que para lograr la felicidad general, han tenido que renunciar a cosas como el amor, la familia, la diversidad cultural, el arte, la religión, y la filosofía.

Les gustaría vivir en ese lugar?

Cascarrabias

Gruñón, uno de los siete enanitos del cuento de Blancanieves, famoso por su perenne mal humor

Gruñón, el enanito al que todo le viene mal

Dicen por ahí que los viejos desarrollan una especie de intolerancia hacia todo lo moderno. Posiblemente por eso existe la expresión «viejo cascarrabias». Incluso, hay quien piensa que se trata de un mecanismo natural para que te vayas sintiendo ajeno y no te apene demasiado abandonar este valle de lágrimas.

Pues bien, me debo estar volviendo viejo. Muuuuuy viejo. Porque cada vez comprendo menos este mundo. Es más, creo que nadamos en un mar de falacias, o sea, mentiras que te quieren hacer ver como verdades sacrosantas, como realidades que no admiten discusión. Quizás, para que seas feliz aún a costa de tu intelecto. Por eso ando parafraseando a Aldous Huxley.

Poster del filme The Truman Show, mostrando el momento culminante, cuando Truman descubre que el mundo en que vive es de utilería.

Poster del filme The Truman Show, mostrando el momento culminante de la trama, cuando Truman descubre que el mundo en que vive es de utilería.

El tema de la falsa realidad también está tratado en una película genial: The Truman Show, protagonizada por Jim Carrey y que estuvo propuesta para tres óscares aunque no ganó ninguno. Así que parece que no soy ni el primero ni el único en notar algo extraño.

Además debo advertir que en mi opinión, aunque el mundo de la izquierda y los progres está atiborrado de falacias, también el de la derecha tiene las suyas, y bien grandes por cierto.

Aquí les van algunos de los razonamientos que me hacen llegar a semejante conclusión. Son muchos, seguramente para descargarme tendré que escribir toda una nueva saga. Total, están de moda. Comenzaré por los más sencillos.

La nueva versión del cuento de la Caperucita Roja

La nueva versión del cuento de la Bella Durmiente

Los venenosos transgénicos

Hace unos días iba manejando por Insurgentes, cuando leí uno de esos letreros espectaculares que ponen en las azoteas de los edificios. Decía algo así como «¡El aceite de maíz fulano-de-tal, no contiene transgénicos!» y se veía la cara de una cocinera sonriente y feliz, con un frasco del aceite de marras en sus manos. Como se deduce, la frase da por sentado que los transgénicos son dañinos, ¿verdad?

¡Claro, eso es un hecho! -piensa mucha gente. Es más, para buena parte del mundo el siquiera poner en duda dicha aseveración es una herejía imperdonable.

Y yo me pregunto: tendrán idea de lo que significa la palabrita?

Posible evolución de la girafa

Posible evolución de la jirafa

Darwin descubrió en el siglo XIX el mecanismo de la «selección natural», el cual explica bastante bien la razón por la que nos encontramos en este mundo. Resulta que a medida que las generaciones de cualquier ser vivo tienen lugar, en el propio acto de reproducción o duplicación, pueden darse algunos cambios ligeros. Parece que la mayor parte de las veces estos cambios producen un individuo que no prospera, es decir, que muere antes de nacer o en etapas tempranas de su vida. Pero a veces el cambio produce de manera fortuita alguien que está mejor dotado que sus congéneres para vivir en el medio. A lo mejor es más fuerte, o más resistente a alguna enfermedad, o como un antepasado de las jirafas, tenía el cuello más largo y eso le permitía llegar a comer el follaje de los árboles que no alcanzaban sus semejantes. Si la nueva característica lo hacía mejor o más fuerte, pues posiblemente resultara más exitoso que los demás en el peliagudo asunto de aparearse con una compañera/o, de manera que a la larga el cambio tendía a imponerse en la especie.

Evolución de la vida en la Tierra

Evolución de la vida en la Tierra

De esa forma logramos desarrollarnos desde ser un sencillo grupito de moléculas con función metabólica -los coacervados-, hasta alcanzar toda la compleja biodiversidad del mundo actual, incluyendo el ser humano.

Aclaro que esto no explica el surgimiento de la vida y tampoco el de la materia inanimada (aunque para ello también existen teorías científicas) sino el de la evolución de los seres vivos.

La idea es tan simple que siento asombro por que no haya surgido mucho antes. Cuando Darwin la enunció, todavía no se conocía el mecanismo exacto de la herencia. Mendel adelantó en este camino al descubrir sus leyes estudiando cuidadosamente las características de generaciones de guisantes, aunque sin saber realmente en dónde residía el fenómeno. Otros muchos ayudaron haciendo importantes aportes, pero no fue hasta 1953 que James Watson y Francis Crick descubrieron el DNA y su estructura. Algo que en mi opinión, es uno de los más importantes logros humanos de todos los tiempos.

ADN

Doble hélice, la estructura básica del DNA

Por cierto, para mi está claro que en todo este proceso no está involucrada la voluntad de nadie. Son cambios fortuitos, producidos por rayos cósmicos, influencias químicas o simple casualidad. El único detalle es que la naturaleza se ha tomado su tiempo para realizarlos. Ese podría decirse que es el ingrediente decisivo en la receta de la evolución. En nuestro caso, el de la vida en la Tierra, la naturaleza ha tenido unos 3500 millones de años para hacer sus experimentos. Y en del Universo, unos 13,700 millones. Son experimentos a ciegas, con la selección natural como juez supremo.

Evolución del Universo

Evolución del Universo

Sin embargo, no dejan de ser experimentos «transgénicos». Es decir, la evolución natural de los seres vivos SIEMPRE ha involucrado el fenómeno del transgenetismo. La única diferencia con el transgenetismo artificial es que para nuestra suerte, este último no requiere de miles de millones de años.

El suponer de antemano que el transgenetismo artificial es dañino porque puede dar lugar a efectos negativos a largo plazo, me parece un argumento mal intencionado y muy poco sólido. En primer lugar, en el transgenetismo natural también se producen errores. Es más, la mayor parte de las veces el resultado del transgenetismo natural, es un ser que no prospera. El cáncer, por ejemplo, es una enfermedad natural producto de errores en la duplicación de las células, los cuales no han sido artificialmente programados por nadie. Es decir, la naturaleza también se «equivoca», y cuando lo hace, los efectos son devastadores.

Pero examinemos ahora los beneficios del transgenetismo artificial.

En este mundo existen actualmente unos 7200 millones de personas. Y no todas comen. Realmente, sólo una minoría come lo suficiente. De no ser por la esperanza que representan los productos transgénicos y como la población crece de manera exponencial, aún si no hubiera problemas de distribución pronto no alcanzaría toda la superficie cultivable de la Tierra para producir suficientes alimentos. Las hambrunas serían peor que las actuales, y todos, absolutamente todos, las sufriríamos.

Entre los objetivos de la ingeniería genética está el lograr variedades de maíz cuyas mazorcas sean más grandes, más numerosas y además resistentes a las plagas comunes. Con ello se abre la posibilidad de alimentar a más personas con la misma superficie cultivable.

La historia se repite con otros cultivos, no solamente el maíz. De manera que tal vez nos podríamos equivocar y producir algo que a la larga tuviera efectos nocivos, pero de lo que sí estamos seguros es que si no producimos transgénicos, el colapso de la sociedad sería inevitable, porque desgraciadamente nosotros no contamos con miles de millones de años para resolver el problema de producir suficientes alimentos.

Además, si por ser artificiales las cosas fueran malas, tendríamos que renunciar a la mayoría de los logros humanos. Por ejemplo, los antibióticos: hace ya mucho tiempo que los microbios se acostumbraron a los antibióticos naturales como la penicilina. Actualmente es normal que cada cierto tiempo se produzca una nueva generación de drogas sintéticas que tomando como punto de partida los antibióticos naturales, potencien y aumenten sus efectos. La lógica es mantener a las bacterias en jaque constante, para que nunca encuentren la forma de ser inmunes a las nuevas drogas.

También, si no usáramos la ingeniería genética, aquellos pacientes con enfermedades de conocido origen genético como la Corea de Huntington o la Fibrosis Quística, no tendrían la menor esperanza de curarse algún día. Si Ud. padeciera alguna de ellas y le dijeran: «No, no vamos a investigar la forma de curarte, porque a lo mejor te producimos un daño genético», Ud. estaría de acuerdo, o pensaría que ya de todos modos está enfermo con algo mortal y que a lo mejor usando alguna técnica de ingeniería genética se podría curar?

En fin, es un problema evidente de probabilidades de daño contra beneficio. Bueno, evidente para mí y para los que tratan de ser justos y utilizar los hechos y la razón para tomar postura.

Porqué, sin embargo, hay tanta gente que da por sentado lo contrario? Es simple ignorancia, o hay algo más detrás de la campaña de desinformación?

La respuesta a esta pregunta seguramente abarca varios aspectos y constituye un polémico tema, pero me gustaría explicar brevemente mi opinión: el ir en contra de los transgénicos forma parte del nuevo discurso de la izquierda. Me explico: durante muchos años las ideas de Marx se tomaron como axiomas por mucha gente. Pero en los 90, cuando ocurrió lo impensable -o sea, que desapareció la URSS y las fuerzas «victoriosas» del comunismo fueron derrotadas por los «decadentes» capitalistas- los de izquierda se quedaron sin discurso. O como se dice en el sabroso caló cubano, «se les cayó el altarito». Incluyendo al Coma-Andante y sus muchachos, claro, que hasta habían incluído el nombre de la URSS en su mugrosa Constitución Socialista (¡chico, qué vergüenza!).

Durante un tiempo anduvieron en un desconcierto intelectual lamentable. Pero a la larga, los intereses creados han logrado migrar a buena parte de los antiguos creyentes -al fin y al cabo la estupidez es también casi incurable- a la nueva religión: el odio a la «globalización». Filosofía que por cierto no está bien definida en ningún lado -aunque ya por ahí anda circulando una nueva versión de «El Capital» corregido y aumentado- pero que indudablemente incluye el odio a los transgénicos, al libre comercio y las apuraciones por evitar el «calentamiento global».

Lo cual me da pie para discutir sobre el siguiente tema que provoca mi ira de viejito cascarrabias.

Prueba defintiva e incontrovertible de la veracidad del calentamiento global

Prueba defintiva e incontrovertible de que el mundo se está calentando

El Calentamiento Global

Hace algunos años hablé en este mismo blog sobre el tema, pero creo que este artículo no estaría completo sin al menos mencionar mis ideas principales al respecto.

Para mí, el verdadero meollo del problema no reside en el hecho de que la Tierra se esté calentando o no, sino en que nosotros seamos los responsables de ello. Lo cual, dicho sea de paso, es lo que dan por sentado los globalifóbicos y comparsa, tan acostumbrados al fanatismo a ultranza.

Variaciones del CO2, el O2 y la temperatura en la Tierra, durante los últimos 600 millones de años, en donde pueden obsevarse los ciclos de calentamiento-enfriamiento

Gráfico que muestra las variaciones del CO2, el O2 y la temperatura promedio en la Tierra durante los últimos 800 millones de años, en donde pueden observarse claramente los ciclos de calentamiento-enfriamiento

La geología nos enseña que a lo largo de su Historia, la Tierra ha sufrido múltiples períodos glaciales, seguidos por períodos de calentamiento. Muchísimo antes de que el Hombre surgiera y tuviera actividad industrial, ya los ciclos alternos de calentamiento y enfriamiento se venían produciendo. Porqué entonces debo suponer -dando por cierto que nos estamos calentando, cosa que aún no está demostrada- que ESTA VEZ la culpa es nuestra, y no de los procesos naturales que produjeron los anteriores?

Reaccion de fusion en el Sol

Principal reacción de fusión nuclear que tiene lugar en el Sol

Según los estudiosos del Sol, las reacciones nucleares que tienen lugar en nuestro astro rey tienen períodos de mayor actividad, seguidos de períodos de relativa calma. Eso es inherente a la naturaleza de dichas reacciones (la conversión del hidrógeno en helio lo cual libera inmensas cantidades de energía) y por supuesto nosotros no tenemos la menor posibilidad de influir en ello. ¿No sería entonces mucho más lógico suponer que el Sol es el verdadero responsable por los ciclos de calentamiento-enfriamiento que se han dado en la Tierra, incluyendo el actual, si en definitiva se demostrara que estamos iniciando uno nuevo?

Pero discutamos un poco el mecanismo en sí. ¿Cómo supuestamente es que la actividad industrial del Hombre está produciendo el calentamiento? Ah, porque esa actividad produce CO2, el cual tiene un efecto de invernadero, responden los sabiondos globalifóbicos. Lo que no dicen -porque no lo saben o quizás porque no les conviene- es que hay otro gas que también produce efecto invernadero y sobre el cual la producción industrial no tiene nada que ver: el vapor de agua.

Nubes sobre el mar

Nubes sobre el mar

Este se produce cuando la luz del Sol calienta la superficie de los océanos. Y como aproximadamente 4/5 partes del globo terráqueo corresponden al dios Neptuno, o sea, a los océanos, resulta que la masa de CO2 generado por la actividad industrial del Hombre es una fracción ridículamente pequeña de la del vapor de agua generado por ese otro mecanismo natural y sobre el cual no tenemos manera de influír. ¿Porqué entonces preocuparnos tanto por el efecto de lo pequeño y ni siquiera mencionar el efecto de lo grande? No me parece lógico.

Sospecho que la verdadera razón del problema está en que los países capitalistas son también los más exitosos desde el punto de vista industrial, y los que hablan de disminuír la producción de CO2 lo que persiguen en realidad es entorpecer la economía de tales naciones.

A Cuba, por ejemplo, con su industria en ruinas, no le costaría mucho disminuír sus emisiones de CO2 a la atmósfera porque prácticamente su economía está paralizada por la incompetencia del gobierno. El 30% de cero, sigue siendo cero. Así y todo, la bahía de La Habana es famosa entre los ambientalistas por ser el ejemplo perfecto de una bahía muerta, en donde la contaminación por el petróleo y otros químicos ha acabado totalmente con la vida en ese lugar. Así que no me vengan con chingaderas y arreglen la viga en su ojo antes de criticar la paja en el ojo del vecino.

Pero si estudiamos dos naciones con economías comparables, una comunista y la otra no, digamos Canadá y China, o Estados Unidos y China, las fotos del smog de las grandes ciudades chinas no tiene comparación con la atmósfera limpia de las ciudades estadounidenses o canadienses.

A propósito, algún día relataré mis experiencias personales en cuanto a la conservación y el respeto del gobierno estadounidense a la fauna y la flora en los Everglades, porque los he visitado muchas veces. Asombroso. Pero estamos hablando de calentamiento global y CO2 y no quiero desviarme.

Antártida, Sep 19/2014

Antártida fotografiada por la NASA, Sep 19/2014

Vayamos ahora a los datos duros. Porque aunque en algunos lugares del mundo parece que se están acabando los glaciares… en otros parece que están creciendo. Por ejemplo, vean esta noticia reciente: «El hielo alrededor de la Antártida bate su récord de extensión desde que se realizan mediciones».

Definitivamente, el mundo tiene una manera muy rara de calentarse, no?  Yo no pondría la mano en la candela. Las variaciones estadísticas son del carajo, hacen caer en el ridículo al más pinto de la paloma. Seguramente las muy hijaeputas son del bando de los globalifílicos, como yo.

Taza de café expreso

Taza de café expreso

Harvard y la taza de café

Dejemos tranquilo al CO2 y hablemos un poco de economía.

Recuerdo que cuando yo era niño, la taza de café expreso costaba 3 centavos en cualquier cafetín de la calle allá en La Habana de los 50, cuando el peso cubano y el dólar estaban a la par. Actualmente la misma taza de café, comprada en un Starbucks, cuesta aproximadamente 1.50 de dólar. Es un incremento del 5000% en el costo. Y el salario promedio, aunque ha subido, no lo ha hecho en la misma proporción.

Algo querrá decir esto, no?

Deuda externa de EEUU, como porcentaje PIB

Deuda externa de EEUU, como porcentaje del PIB

Otro dato: en 2014 la deuda pública del gobierno de Estados Unidos (unos 18 billones) ya sobrepasó su PIB (unos 17.5 billones). Esto quiere decir que el gobierno del país más rico del mundo debe más de lo que produce el país entero en un año.

Pero si se sumara todo el dinero de la deuda que mantiene el Gobierno estadounidense para cubrir futuros pasivos de programas de ayuda social, habría que agregarle casi 100 billones de dólares de programas como: Medicare, Medicaid y Social Security. Añadida la deuda de los demás programas del Gobierno, como el programa para el rescate del sistema financiero, el total alcanzaría la friolera de 114,5 billones de dolares.

Mala cosa.

En cualquier casa en donde se gasta más de lo que entra, se va directo al fracaso, a la bancarrota. Sin embargo, los gobiernos (no solamente el de USA) gastan mucho más de lo que reciben por concepto de impuestos. Esto es sencillamente un absurdo, una forma de hipotecar el futuro. Y el futuro no es nuestro, sino de nuestros hijos, nietos, etc. Lo que estamos haciendo en realidad, es robarles su futuro a las generaciones venideras.

Aunque lógicamente lo hizo refiriéndose a los esclavistas y no a la economía actual, José Martí, en un discurso para exiliados cubanos que pronunció en Steck Hall (Nueva York) en 1880, dijo algo con su prosa densa y bella que perfectamente podrán decir de nosotros nuestros descendientes si las cosas siguen como van: «Tenemos que pagar con nuestros dolores, la riqueza criminal de nuestros abuelos».

Para colmo, parece que muy pocos están dispuestos a admitir el error. Entre los eminentes economistas de Harvard existe la creencia de que el desarrollo se puede financiar con deuda. Es decir, yo, gobierno de tal país, quiero hacer una carretera o reactivar mi economía maltrecha, y entonces pido prestado dinero, lo utilizo para hacer mi proyecto, y con eso resuelvo el problema. Se supone que al realizarlo, se mueve la economía y ello produce una plusvalía que amortiza el gasto. Genial. Por algo los profesores de Harvard reciben tantos premios Nobel de economía.

Pero… y entonces porqué las deudas externas siempre crecen? -pregunto yo.

Deuda pública de Estados Unidos

Deuda pública de Estados Unidos, un panorama aterrador

Si el borrachín del barrio viniera a verte con el cuento de siempre: «Se me murió mi abuela, me prestas 20 pesos para las flores?», o «Ahora sí que dejé de beber, préstame 20 pesos para una medicina», Ud. se los daría?

La solución a este problema la describió Ayn Rand hace muchos años: los gobiernos deben tener el tamaño mínimo necesario para responder por las funciones básicas que hacen que una sociedad marche adecuadamente (que en definitiva son garantizar que haya buenas leyes y justicia) y todo el gran resto de funciones deberían de estar en manos de la sociedad civil. Porque lo único que genera riqueza es el trabajo, no la política.

Si comparamos el funcionamiento de una sociedad con el de un hombre genérico, el gobierno debería representar el papel del sistema hormonal: unas pocas glándulas producen lo necesario para regular el funcionamiento de todo el resto.

Sin embargo, las cosas funcionan al revés. Muchos, muchísimos gobiernos crecen y crecen sin el menor control. Les encanta asumir funciones, y actúan como si fueran eficientes en todo. Nadie sabe de dónde sale el dinero, pero ellos lo reparten a cambio de votos. La realidad es que son una partida de gorrones, cuando no de ladrones y asesinos. Y lo que logran en definitiva, es destruir el tejido social.

Utilizando la misma comparación anterior, el ansia de crecer sin límite de los gobiernos actuales, habría que equipararla al cáncer.

Lo malo es que ya la enfermedad está tan avanzada, que para regresar a la normalidad habría que vivir como menonitas. Y aunque a esa minoría le gusta, la gran mayoría de la gente no estaría dispuesta a ello.

Lo cual, desgraciadamente, da pie a otro de los asuntos que no entiendo de este mundo falaz. Si es tan ineficiente, qué mueve realmente la economía mundial? Cómo, a pesar de las crisis, ha logrado mal que bien mantenerse a flote durante tantos años?

Mi respuesta es verdaderamente devastadora: gracias a las guerras y las drogas.

destaque-guerra 2

La guerra como motor de la economía

La guerra como motor de la economía

Olvídense del Sultán de Brunei y de Carlos Slim, de Microsoft y de la CocaCola. Lo que verdaderamente mueve dinero en este mundo, al punto que la economía mundial ya depende indisolublemente de ello, son las guerras y las drogas.

-0-

Hablemos claro: la Historia del Hombre es la historia de sus guerras. Y a pesar de que presumimos de nuestra cultura y humanidad, en el fondo tenemos la misma naturaleza agresiva de un tigre, sólo que somos más inteligentes y por ello más peligrosos.

Incluso hay quien afirma que el instinto de guerra está codificado en nuestros genes de manera que no podemos quitárnoslo de encima como uno se quita un abrigo: Richard Dawkins es un famoso biólogo que escribió hace años «El Gen Egoísta», un clásico y controvertido libro en donde explica que somos competitivos por naturaleza y que el proceso de la vida es precisamente el proceso de la lucha de nuestros genes por sobrevivir, imponiéndose a los demás. Nosotros, según él, somos meros instrumentos de esa guerra, los vehículos que utilizan los genes para perpetuarse. No se perpetúa el individuo, sino el modelo. De manera que de forma similar a como la vida de un ser humano es la consecuencia macroscópica de la vida de cada una de sus células -las cuales se ponen de acuerdo para actuar como un todo de una forma misteriosa pero efectiva- nuestra agresividad -para decirlo de alguna forma- es la expresión macroscópica de la agresividad de los genes. Y si así no fuera, pereceríamos.

Esto por supuesto no es muy esperanzador para los que aspiramos a vivir en paz con nuestros semejantes, pero no deja de ser un argumento sólido y merece la mayor atención. Porque podría ser cierto.

-0-

Ahora bien, cuando Ud. se compra una casa o un coche, seguramente tiene la esperanza de que le duren muchos años. Nadie compra algo caro y que dure poco, verdad?

-0-

Según estas premisas, el negocio ideal consistiría en descubrir una actividad hacia la cual tuviéramos una inclinación innata y que implicara construir artefactos millonarios cuyo destino fuera ser destruidos.

Y resulta que esa actividad existe: la guerra.

Mientras más cohetes, misiles, aviones, barcos, robots, submarinos, porta-aviones, bombas de tal  o mas cual tipo usamos, más necesitamos porque en el acto de usarlos es muy probable que desaparezcan. Con el añadido de que la infraestructura adlátere que se destruye, luego tiene que volverse a construir. Me refiero a los puentes, carreteras, edificios, fábricas, en fin, todo.

¡Es un negocio redondo!

Por eso en el presupuesto anual de casi todas las naciones, el rubro «defensa» -el eufemismo que se utiliza comúnmente para designar la guerra- es con mucho el mayor. No conozco ningún caso en que el presupuesto destinado a educación sobrepase al destinado a «defenderse».

No estoy diciendo que debamos abrazarnos a la paz a cualquier costo. Sencillamente,  no podemos. Si lo hiciéramos así, nuestros enemigos tomarían ventaja y nos destruirían. Lo que sostengo es que me duele mucho que las cosas sean como son y que no podamos o no sepamos cambiarlas. O yo no entiendo bien los mejores valores del Hombre, lo que nos hace más humanos y civilizados, o las cosas son al revés de como me gustaría que fueran.

Lo cual no impide que me de cuenta de que hay mucha gente involucrada en la actividad de crear conflictos de forma artificial. O al menos, de aprovechar los existentes para su beneficio, exacerbándolos. Eso es un crimen despreciable.

-0-

En cuanto a las drogas, también he escrito ya sobre el tema.

Gran parte de la inseguridad y la violencia que existe hoy en día en México y en el resto del mundo, se financia con el negocio de las drogas.

Hace un tiempo oí a un presidente centroamericano explicar en una reunión internacional que 1 kilo de cocaína en la frontera mexicana se vende aproximadamente en 1000 dólares. Pero que ese mismo kilo, vendido en Nueva York, vale 150,000 dólares. Esa es la razón por la que los narcos se dedican a venderla, no creo que sientan una inclinación especial por el negocio de las ventas al menudeo tipo Amway.

Si fuéramos capaces de encontrar un mecanismo para al menos disminuir el negocio, automáticamente mejorarían los índices de delitos no porque los delincuentes se reformaran, sino porque no tendrían tanto dinero para corromper a policías, jueces, políticos, y para comprar armas y pertrechos de guerra. Lo cual me suena mucho más lógico y posible que los llamados a la conciencia y las exhortaciones para acogerse al buen vivir.

Ahora bien, de qué depende el negocio de las drogas? De dos pilares: el mercado, y la prohibición.

El mercado no puede acabarse porque depende de la voluntad de miles de infelices que por ignorancia, falta de carácter o lo que sea, quieren drogarse.

Luego la única opción posible es acabar con la prohibición. De esa forma, el precio bajaría a niveles comparables al del arroz, los frijoles, el talco o cualquier otra mercancía común y ya no sería un negocio tan rentable con lo cual posiblemente los delincuentes lo abandonarían o se dedicarían a otra cosa como secuestros, prostitución, etc, pero en ningún caso obtendrían las ganancias tan fabulosas que obtienen hoy día.

Sin embargo, seguimos anclados a la política de mantener la prohibición y perseguir el tráfico.

¿Porqué?

Si Ud. conociera el caso de alguien que padeciera una enfermedad crónica y que desde hace 50 años tomara la misma medicina sin que haya habido signos de mejoría sino más bien al contrario, qué pensaría de él? Que es un estúpido por no haberla cambiado? Pues yo también.

Aunque… quizás no sea tan estúpido.

El quid del asunto radica en el destino final del dinero, el famoso «lavado«: apuesto a que la tentación de muchos gobiernos a aceptar que en sus finanzas ingresen miles de millones de dólares que apuntalen y revivan su economía, enferma por el gasto excesivo y el endeudamiento,  es demasiado grande como para andar averiguando mucho sobre su origen.

Por lo general si Ud. pretende atravesar la frontera de un país y lleva más de cierta cantidad de dólares en efectivo, le obligan a justificar muy bien su origen. Sin embargo, si un banco con sede en uno de los paraísos fiscales hace una transferencia de varios millones hacia un banco en ese mismo país, no se ve sometido a ningún control. Aunque el supuesto banco no sea más que una oficina de 3×4 m2 con un buró y un teléfono. Es más, hay leyes que protegen la transacción, basado en un concepto un poco difuso y elástico al que llaman «secreto bancario«.

La trampa es evidente, al igual que su remedio.

¿Porqué entonces, no se implementa la solución? Porque la economía mundial ya depende de ese dinero, y si se eliminara, entraríamos en una crisis económica que haría parecer juegos de niños a todas las anteriores.

Sin embargo, hay muchísimas instituciones de control financiero, evaluación de riesgo y otras lindezas, que supuestamente funcionan a las mil maravillas.

Se dan cuenta por qué afirmo que vivimos en un mundo falaz?

(Continuará)

Acerca de azayas48

Físico médico, programador de computadoras. Fan de Visual Basic y SQL. Cubano por nacimiento, mexicano por naturalización y por corazón.
Esta entrada fue publicada en Historias personales y etiquetada , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Una respuesta a Un Mundo Feliz, o Falaz? (I)

  1. kimELBao dijo:

    cono, no se me ponga pesimista compadre!!!!

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.