La política americana, mi visión (II)

Entrando en sintonía

Poco a poco te vas aplatanando. Es decir, te vas acostumbrando a considerar que no eres extranjero sino lugareño y comienzas a comprender mejor la realidad que te rodea. Es como cuando en la era analógica sintonizabas una estación de radio utilizando el dial: sientes que entras en resonancia con los problemas y la visión del lugar. Igual me sucedió en México hace 30 y pico de años cuando deserté de la «misión» que me había encomendado el desgobierno comunista cubano y volví a ser un hombre libre. Al principio, veía las ruinas del Imperio Azteca y me emocionaba. Años después y sin dejar de sentir admiración por las muchas cosas buenas de aquel país, comencé a ver los problemas: la corrupción de los políticos y la policía, la inseguridad ciudadana, los problemas generados por los carteles de la droga, el machismo imperante en toda la sociedad y especialmente entre los indígenas, etc.

Ya tengo casi 7 años viviendo en USA, y poco a poco le he ido cogiendo el ritmo al asunto. Adoro mi nueva patria, y comienzo a comprender no solamente sus ventajas, sino también sus problemas. Claro, el idioma es una barrera adicional, aunque mal que bien ya soy capaz de entender las noticias y los chismes, al menos cuando no hablan demasiado rápido. Mi cerebro es lento (siempre lo fue, y a los 75 les aseguro que se pone peor) pero soy de los que cuando se propone un objetivo, nunca se da por vencido. Aunque no lo alcance nunca.

Me sigue asombrando la diversidad que veo por doquier en este lugar. Es más, creo que es la principal razón para su tremendo éxito como nación. Mi objetivo central en la vida sigue siendo comprender el Universo y sus maravillas. O sea, porqué existimos como materia que se conoce a sí misma y un largo etcétera de incógnitas con base en la ciencia, no en lo esotérico. Pero tengo que admitir que la inmensa oferta sobre puntos de vista y opiniones a que estoy sometido aquí, me desvía de los problemas fundamentales del Hombre para atraparme en discusiones de lavadero y cuestiones tan ridículas o intrascendentes como por ejemplo si un hombre puede o no entrar a un baño de mujeres. Me asombra que haya gente que no acepte que las vacunas sirven. O el problema de las armas en contraposición al aborto: así que algunos promueven la libertad total para portar armas para que el individuo ejerza su libre albedrío y se obedezca la Segunda Enmienda, pero con respecto al aborto se olvidan del respeto a la opinión individual que promueve la Primera Enmienda y quieren que todos acepten prohibir el aborto. Incoherente actitud, verdad? Es algo así como: ¡Viva la Libertad para mí, y mi Voluntad para tí!😀.

Algunos medios noticiosos te cambian la bola sin avisarte: se pasan meses hablando de la guerra en Ucrania, pero cuando ocurre otra cosa a la que le pueden sacar más audiencia como el ataque de Hamas a Israel el 7 de Octubre, cambian de tema como si cambiaran de camisa. Uno comienza a sospechar que varias agencias de noticias importantes en realidad no quieren informarte; quieren dinero o quieren manipularte, y disfrazan de periodismo sus verdaderas intenciones. Tienes que analizar muy cuidadosamente lo que ves o lo que lees para lograr una visión sin sesgos de la realidad. Eso no es precisamente malo en sí y por supuesto lo prefiero a la falsa uniformidad de la prensa en las dictaduras, pero a veces resulta agotador por la abundancia de temas y opiniones.

Me divierte ver al Congreso ocupándose de los OVNIs mientras amenazan con dejar al gobierno sin dinero para funcionar, en vez de utilizar su tiempo en discutir con franqueza e inteligencia los verdaderos problemas del país para encontrar soluciones viables. O peleándose por ahorrar unos dólares en Ucrania, para luego tener que gastárselos de apuro y multiplicados por un trillón cuando vean los submarinos de Putin entrando río arriba por el Potomac, como ya les pasó en la WWII con los japoneses en Pearl Harbor y la ayuda a Churchill para acabar con el Eje. O diciendo que hay que hacer un muro para evitar la inmigración ilegal, como si una inundación en tu cocina se pudiera resolver sin cerrar primero la llave del agua.

Pero como dijo Jack el Destripador, vayamos por partes.

Rifle de asalto AK-47

Los tiroteos masivos

Ya casi no son noticia, porque lo habitual deja de serlo. Noticia no es que un perro muerda a un hombre, sino que un hombre muerda a un perro. Tiene que haber 10-15 muertos para que la cosa dure más de un par de días en los noticieros. Triste.

Le echan la culpa a las armas, como si las armas se dispararan solas. Absurdo. Yo opino que las armas no son las culpables, sino los que le jalan el gatillo. Y no es que yo promueva que todos tengamos un AK en la casa o una Magnum en el coche. Pero por lo general todos los problemas tienen dos extremos, y a mi me gusta explorarlos todos.

Supongamos que logramos que el Congreso federal apruebe la prohibición de portar armas. O al menos una restricción que impida comprar armas de asalto. Qué pasaría? Dejemos de lado la posibilidad de que algunos protesten o incluso se rebelen. Según mi experiencia, cada restricción en el comercio de algo, produce un mercado negro del bien que ha sido restringido. Es decir, la prohibición afectaría principalmente a los ciudadanos normales, los cumplidores de la ley, pero no a los criminales y los locos, que se caracterizan precisamente por NO respetar la ley y comprarían sus armas en el mercado negro. Qué caso tendría entonces una medida que nos dejaría aún más indefensos?

A mí eso me parece tan evidente, que no logro explicarme cómo hay tanta gente que piensa que la prohibición puede mejorar el problema. Pero eso no es más que mi OPINIÓN, que puede estar equivocada. Los HECHOS, sin embargo, tienen la ventaja de que son innegables. Las opiniones pueden ser cambiadas o refutadas, los hechos, no. Tú puedes opinar sobre si la llegada de Colón a América fue algo bueno o malo, si fue el primero en llegar o no, etc. Pero nunca podrás negar que llegó.

En ese tenor me gustaría resaltar el HECHO de que en los años 50, cuando yo era niño, las armas NO estaban prohibidas, exactamente como ocurre hoy, y NO habían tiroteos masivos. Luego si aceptamos que las implicaciones de la Lógica son ciertas, el achacarle el problema a la no existencia de prohibición, es una falacia. Más claro: porqué está pasando ahora lo que no pasaba antes, y sobre todo porqué echarle la culpa a un factor que no ha cambiado? No es más lógico tratar de encontrar el motivo del problema buscando algo que SÍ haya cambiado de antes a ahora?

Entonces, qué otras opciones quedarían por explorar? Creo que tienen que haber otros factores responsables del problema. La influencia del ambiente, por ejemplo. Digamos, la noticias y la facilidad con que se difunden actualmente gracias a la tecnología. Antes, te enterabas de que había habido un maremoto en Chipre o un asesinato en Rwanda, una semana después. O nunca. Ahora tardas tres segundos en enterarte, y eso a lo mejor ayuda a ponerte de nervios. Antes, quizás nunca tuvieras acceso al pensamiento de un loco o un criminal. Ahora lo puedes ver en tiempo real en tu teléfono hablando sus tonterías. E indudablemente, el Hombre es influenciable por lo que ve y lo que oye. La libertad de palabra es esencial para sentirse libre, pero hasta eso tiene límites. Por ejemplo, gritar «Fuego!» en un teatro lleno de gente sin que sea cierto no es ejercer tu libertad de expresión, es cometer un crimen. En fin, que me encantaría que el gobierno o alguna organización civil de psiquiatría o psicología (no de periodistas sesgados o no capacitados en el tema), explorara de forma seria e imparcial las posibles razones para que la forma de comportarse de la gente cambiara tanto en unas pocas décadas.

Otra cosa que me gustaría es que una vez que las autoridades capturaran al responsable de un tiroteo masivo, su juicio no tardara años y años, sino que fuera expedito. Mataste hoy? Pues mueres mañana. Y nada de cadena perpetua. Si encuentras un alacrán en tu cama, todo intento por convertirlo en mariposa o cambiarle su naturaleza, es tiempo y dinero perdido. Nuestro dinero, por cierto.

El derecho al aborto

Lo primero que me pregunto es porqué se ha armado un mitote tan grande alrededor del aborto, habiendo otros tantísimos problemas más serios e importantes. Algunos dicen que es para que la gente se desgaste discutiendo cosas inútiles pero piense que está ejerciendo sus derechos democráticos de decidir, mientras los verdaderos problemas se manejan en lo obscurito. Vaya, viejos trucos de políticos zorros.

Otros dicen que es para ganarse los votos de los extremistas religiosos cristianos, una especie que abunda en este país. El principal argumento de ese grupo es que la vida y la condición humana empieza en el momento de la concepción, es decir, cuando el óvulo es fertilizado por el espermatozoide en el útero. Muchos acuden a la Biblia para reforzar su posición, como si los antiguos profetas fueran expertos en Genética (no lo eran, téngalo por seguro).

Bueno, para mí y para muchísimos otros la Biblia es un libro interesante, pero no un texto sagrado. Igual que el Corán, o los Vedas indúes. Y tengo derecho a pensar así, porque la Primera Enmienda me lo permite. Exigirme que yo obedezca a un código moral que no coincide con mis opiniones, es sencillamente anticonstitucional. O al menos, un descarado intento de intrusión en mi vida privada. Los derechos de los otros a pensar y actuar como ellos estiman, terminan exactamente donde comienzan los míos a hacer lo mismo.

En cuanto al comienzo de la vida, ni siquiera sabemos bien qué es la vida (no podemos crearla aunque tengamos a mano átomos de carbono, hidrógeno, oxígeno, etc.) así que mucho menos podemos decir cuando empieza.

Y en cuanto a la consciencia, tampoco comprendemos cómo funciona. Estamos a años luz de descubrirlo. Y si me pongo un poco majadero, digo que ni siquiera un recién nacido tiene consciencia de sí mismo, que es la condición necesaria y suficiente para decir que algo inteligente existe.

Así que para mí está clarísimo: cada mujer debería de poder decidir qué hacer con su embarazo. Los argumentos de los religiosos y los moralistas acerca de que los abortos son asesinatos, no me convencen en absoluto.

Por supuesto, usar el aborto como método anticonceptivo habitual es un riesgo tremendo, y no lo recomiendo. Pero negarle el derecho a abortar a una mujer con un embarazo peligroso para su vida, o con una situación económica comprometida, o sencillamente sin estar preparada para una maternidad responsable, es de una crueldad medieval.

Y para terminar este tema, me gustaría hablar del caso «Roe vs. Wade», que ha avivado recientemente la polémica sobre el aborto: Resulta que en 1973 y como resultado de una demanda sobre el tema, la Corte Suprema de Justicia de la nación estableció que el aborto es un derecho constitucional. Es decir, un derecho garantizado por la Constitución. Punto. Pero resulta que 50 años después el mismo organismo, ahora mayoreado por 6 jueces republicanos contra 3 demócratas, se desdice afirmando que cada Estado puede decidir sobre el asunto. No es precisamente una contradicción franca con su jurisprudencia anterior, pero sí deja la puerta abierta a la prohibición. Digamos, es una forma leguleyesca de decir NO, sin decirlo. Esto en mi opinión, es un tiro en el pie. El prestigio es un concepto que se gana con los años pero se pierde en un segundo, y el prestigio del sistema democrático radica en gran medida en la independencia de los tres poderes (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) y en la imparcialidad de los jueces, que sólo deben tomar en cuenta la Constitución, no los deseos de ningún grupo, jefe o cacique. Si una decisión de 50 años no está lo suficientemente consolidada, entonces nada lo está. Más claro: si los jueces del Tribunal Supremo se convierten en mandaderos de los partidos políticos, este país se podría convertir en una república bananera en lo que un mono se rasca un ojo.

La toma del Congreso (Jan/6/2021)

En la política, al igual que en la Física, hay puntos de inflexión. Todavía no me he encontrado con alguien que estuviera vivo el 22 de Noviembre de 1963 y no recuerde qué estaba haciendo cuando asesinaron a Kennedy. O el 11 de Septiembre del 2001 cuando los terroristas de Bin Laden derribaron las Torres Gemelas en NY. Son hitos de la Historia, y hay que estar muy desconectado de todo para no recordarlos.

El Día de Reyes (Jan/6) del 2021 estaba yo encerrado en mi casa intentando escapar de la epidemia de Covid. Llegó la hora de almorzar, y para entretenerme y practicar algo de inglés, encendí el televisor. Por poco me atraganto con lo que estaba comiendo: estaban poniendo en vivo el intento de toma del Congreso por parte de una turba de partidarios de Trump, el cual esa misma mañana había declarado en un discurso frente a la Casa Blanca que las recientes elecciones habían sido un fraude y había incitado a la gente a que fuera a protestar al Capitolio. Y la gente fue, pero no a protestar pacíficamente, sino a tomarlo por la fuerza, rompiendo ventanas y violentando puertas para entrar y detener el proceso de validación de las actas electorales estatales que estaba teniendo lugar en ese momento con Mike Pence, su propio Vicepresidente, presidiendo la reunión. La intención era clara: interrumpir el proceso electoral aún a costa de que ocurrieran algunos asesinatos (Pence? Pelosi?) para declarar el estado de excepción por los disturbios y aferrarse al poder. En otras palabras, dar un golpe de estado. Era la única opción que le quedaba luego de haber interpuesto en los tribunales unos 50 juicios denunciando los supuestos fraudes electorales, todos los cuales habían sido perdidos, rechazados o sobreseídos por falta de pruebas. O los demócratas eran muy buenos comprando jueces y los republicanos muy malos evitándolo, o la afirmación de fraude era falsa. En realidad Trump, enfermo de ego, estaba intentando destruír de un plumazo 245 años de tradición democrática. La indignación por lo que estaban viendo mis ojos, me dominó como hacía tiempo no experimentaba.

A Trump lo había ido conociendo poco a poco. La primera referencia fue cuando estando yo aún en México y él en la campaña presidencial del 2016, lo vi por la tele diciendo algo parecido a que «todos los mexicanos que quieren cruzar ilegalmente la frontera son delincuentes, violadores, secuestradores…». La generalización de la frase al referirse a los mexicanos, me impactó. Cómo era posible que alguien que aspiraba a la presidencia del país más importante del mundo, se atreviera a hacer semejantes declaraciones, acusando indiscriminadamente a un grupo de personas por delitos tan serios? Estaba tan loco como para protagonizar una perreta racista o fascista? Me recordó a Hitler hablando de los judíos. Claro que entre los ilegales que cruzan la frontera hay delincuentes, pero meterlos a todos en el mismo saco es absurdo. La Justicia deja de serlo cuando se acusa a personas por su origen, y se convierte en racismo. En ese entonces yo conocía varios mexicanos que habían cruzado en algún momento la frontera y habían regresado a México por diversos motivos. Ninguno de ellos era delincuente, sino simples seres humanos llenos de problemas y con la desesperación y el valor necesarios para hacerlo.

Yo mismo era mexicano, y aunque no lo había hecho como indocumentado, había visitado USA en decenas de ocasiones para visitar a mi familia y amigos y había visto los mexicanos trabajando duro en las labores más pesadas, por una fracción del salario mínimo legal: jardineros, construcción de viviendas, recolectores de frutas y verduras en los campos, etc. Me sentí aludido e insultado, sin haber dado el menor motivo para ello.

Claro que sería mejor que entraran de forma legal con visas temporales de trabajo como ocurrió en la primera mitad del siglo pasado, pero hoy en día esa posibilidad no existe para ellos. Lo que sí existe para ellos es la desesperación de ver como una frontera es la barrera entre el hambre y tus sueños de mejorar en la vida. Proponer un muro como solución para ganar los votos de los partidarios de impedir la entrada de ilegales, es como recomendar una medicina a un enfermo grave a sabiendas que no va a surtir efecto. Acusarlos a todos de ser delincuentes sin arreglar el problema que hace que quieran entrar, es de una maldad enfermiza.

A partir de allí, comencé a documentarme sobre el tipo. Leí un par de biografías suyas y me enteré de detalles interesantes de su vida.

Fachada del Arctic Restaurant, uno de los puteros de Friedrich Trump en Alaska

Su abuelo, Friedrich Trump, huyó en 1885 de Alemania a Nueva York cuando era un jovencito de 16 años, para evitar servir en el ejército alemán. Luego de algunas aventuras en Manhattan trabajando como barbero, decidió irse a Alaska en donde alcanzó una buena posición económica pero no porque encontró oro, sino porque se hizo padrote. O sea, logró ser el dueño de tres prostíbulos que brindaban sus servicios a los mineros del lugar. Cuando ya siendo rico quiso regresar a Alemania, el gobierno alemán lo expulsó y le quitó la ciudadanía alemana por razón de ser un desertor.

Interior del Arctic Restaurant, donde puede verse la cortina de entrada a uno de los «privados» donde los clientes recibían los favores de sus elegidas.

El hijo de Friedrich, Fred Trump, cogió los mangos bajitos. Multiplicó la fortuna de su padre gracias a la política económica de Roosevelt que para sacar al país del atolladero de la Gran Depresión del 29 y darle trabajo a la gente, comenzó un gran plan de obras públicas por todo el país: carreteras, puentes, presas, edificios, ferrocarriles… Fred hizo su fortuna en el negocio de bienes raíces. Construía barrios enteros en Long Island, con dinero del gobierno. Pero entre col y col, lechuga: tenía varias empresas especializadas en distintas funciones relativas a la construcción, y entre ellas se facturaban a propósito a precios exorbitantes para que no hubiera ganacias y no pagar impuestos, declararlas en quiebra, y luego fundar nuevas empresas con distinto nombre pero con los mismos empleados.

Su madre, Mary Trump, inmigrante escocesa, llegó a Nueva York siendo una joven el 11 de Mayo de 1930 con una visa temporal, no de inmigrante permanente, para luego cambiar su estatus hacia la residencia permanente.

Así que cuando Trump se refiere a los inmigrantes en forma despectiva, debería recordar que su madre y su abuelo lo fueron, además de dos de sus tres esposas oficiales. En cuanto a ladrones, no tiene que buscar muy lejos: su papá lo fue. Y no ratero de Walmart, sino del dinero público.

Por supuesto uno no es responsable de lo que hicieron sus predecesores, así que lo anterior no lo convierte automáticamente en delincuente. Sólo ayuda a imaginar cómo fue su crianza, es decir, las influencias a las que estuvo sometido durante su crecimiento. Si éstas determinaron su carácter o no, es cosa suya. Se llama libre albedrío.

Ahora, para proceder de forma ordenada, voy a hacer una lista no exhaustiva de algunos episodios de su vida:

  1. ▶︎The Apprentice (El Aprendiz). Este fue el título de un reality show de la cadena televisiva NBC que duró de 2004 a 2017. Su objetivo era juzgar las habilidades de un grupo de participantes para hacer negocios. Trump fue su animador durante las primeras 14 temporadas, e hizo famosa la frase «You are fired!», que pronunciaba alegremente para despedir al participante que perdía su derecho a seguir en el show porque había cometido errores. Irónicamente, en 2015 Trump fue a su vez despedido del show por haber expresado en público críticas indiscriminadas a los inmigrantes mexicanos. El que a hierro mata… a hierro muere.
  2. ▶︎Entre los muchos negocios en los que se involucró, estuvo la compra del casino Taj Mahal de Atlantic City, que hizo quebrar. Por suerte, Fred lo salvó. En total, estuvo involucrado en 6 quiebras, pero logró salir de todas ellas con el dinero de su papito. Luego, escribió un libro llamado «The Art of Deal», es decir, El Arte de Hacer Negocios, dándoselas de muy ducho en el asunto. Aunque hay quien dice que no lo escribió él mismo sino que pagó por que lo escribieran. Hace poco, una fiscal de NY que lo acusó de evasión fiscal, se burló de ello y llamó al libro «The Art of Steal» (El Arte de Robar), que suena casi igual, pero no es lo mismo.
  3. ▶︎Ya durante su presidencia, la agarró con la OTAN. Decía, esta vez con toda razón, que los europeos se estaban haciendo los tontos y no aportaban a la organización las cantidades anuales comprometidas, y que USA pagaba la mayor parte de los gastos. Rigurosamente cierto: los gobiernos europeos en general, luego del fin de la Guerra Fría, habían considerado superfluo el gasto militar, y habían desviado el dinero hacia otros usos. Incluso, habían cometido el tremendo error de comenzar a depender del petróleo y el gas ruso. En especial Alemania, cuyos dirigentes dieron muestra de tener muy poca inteligencia. Trump estaba que se subía por las paredes de puro disgusto, porque no hay nada que le produzca más desazón que alguien le robe su dinero o quiera vivir a costa suya o de su país. El detalle estuvo en que él no comprende bien la política (bueno, no solo la política, para ser justos). El objetivo táctico o a corto plazo de la OTAN, es que Rusia no se meta en Europa occidental. Pero existe también un objetivo estratégico, o a más largo plazo, y éste es que Rusia, una vez conquistada Europa y siendo por ello mucho más poderosa, no se meta en Estados Unidos. Ése último objetivo se le escapa a Trump. De manera que el problema que planteaba era cierto, pero la solución que le dio fue desastrosa. Por poquito se carga a la OTAN y eso envalentonó a Putin (que ya se había arriesgado a meterse en Crimea cuando Obama y nadie había protestado) y le hizo pensar que podía meterse también en Ucrania y nada pasaría. Menos mal que al final Biden hizo lo que había que hacer y ahora la OTAN es más fuerte que nunca. Pero estuvimos a un tantito así de perder la guerra antes de empezarla.
  4. ▶︎Con respecto a China ocurrió algo parecido. Es cierto que China le vendía a USA mucho más de lo que USA le vendía a China. Vaya, existía lo que se llama una balanza comercial desequilibrada a favor de los chinos. China había pasado de la miseria y las hambrunas medievales a ser una de las principales economías del mundo en sólo 50 años y con la ayuda de… Estados Unidos! Y si no me creen, pregúntenle a Kissinger (bueno, ya no pueden, acaba de morir) porque él fue el impulsor de la gran idea de trasladar la manufacturas americanas a China, para abaratar los precios porque los obreros chinos trabajan por salarios mucho menores a los de los obreros americanos y no se pueden quejar porque si protestan el estado sencillamente los mata. Entonces Trump aumentó los aranceles de importación para proteger las industrias locales de Estados Unidos (vaya, la misma idea que ha llevado a la Argentina de haber sido una nación del primer mundo a principios del siglo XX, a tener un 70% de pobreza en 2023). Pero ya era un poco tarde y además se olvidó de un detalle: cortar la influencia de China en Asia. En concreto, paralizó las gestiones para la firma del tratado comercial Asia-Pacífico, que tenía por objetivo no perder la influencia de Estados Unidos entre las naciones del Sudeste Asiático. Y ocurrió lo que siempre sucede cuando alguien abandona una posición estratégica: que viene otro y la ocupa. Y se imaginan quién fue el que sustituyó a Estados Unidos en el área de influencia abandonada? Claro, fue China. Xi Jinping, que es hijoeputa pero de tonto no tiene un pelo, estimó que el abandono de Estados Unidos era la oportunidad que había estado esperando para cambiar por la fuerza el sistema judicial de HongKong hacia el draconiano sistema chino, y ahora amenaza con invadir Taiwán, donde están muchas de las fábricas de microprocesadores que nos abastecen, sin los cuales nuestra economía se detendría en seco. De manera que Trump tratando de hacerle daño a China, lo que hizo fue favorecerla. De nuevo el problema era real, pero la solución resultó desastrosa. Ahora el gobierno americano está tratando de solucionar el asunto, pero los resbalones en política comercial se pagan caro.
  5. ▶︎El asunto COVID. Recuerdo perfectamente la primera alusión de Trump al peligroso virus. Dijo, en pocas palabras, que aquello no era un problema serio, y que todo estaría resuelto en 3 semanas. Cuando se hizo evidente que el problema iba a durar años e iba a costar muchas vidas (costó 1 millón de muertos sólo en USA), la cogió con el Dr. Fauci (el consejero presidencial para asuntos Epidemiológicos desde los tiempos de Reagan), y con las máscaras. A mí aquello me recordó las historias de los reyes que mandaban a cortar las cabezas de los adivinos de la corte cuando sus predicciones sobre alguna batalla o problema no se hacían realidad. Por supuesto, el tipo comprendió rápido que necesitaba un culpable para evitar que sus posibilidades de reelección fueran a sufrir un descalabro. Luego, he oído por ahí la opinión de que Trump manejó muy bien la epidemia, porque mandó a hacer las vacunas rápidamente. Bueno, eso podría ser cierto, pero yo tengo mis dudas, basadas principalmente en dos o tres hechos de los que fui testigo a través de la tv. Uno de ellos fue cuando habló acerca de la posibilidad de lograr una terapia a base de lejía para matar el virus. No puedo olvidar la cara de «¡Trágame, Tierra!» de la Dra. Birx cuando Trump le pidió su opinión al respecto, con la idea de que corroborara sus palabras. Me la imagino pensando: «Si digo que sí, arruino mi carrera profesional. Si digo que no, pongo en ridículo al Presidente». Otro hecho fue cuando se hizo evidente que Trump no sabe la diferencia entre un virus y una bacteria, que es como decir que no sabes la diferencia entre una sardina y una ballena. O cuando recomendó la hidroxicloroquina como terapia para combatir el virus. Evidentemente, el tipo no tiene idea de la existencia de protocolos a seguir para aprobar el uso de una droga contra una enfermedad. En ese sentido, su edad intelectual se corresponde con la de un chiquillo de 12 años. El asunto del uso de máscaras también puso esto en evidencia. Parece que su infantil psiquis interpretó el uso de máscaras como signo de cobardía o debilidad ante el virus. Algo así como «Si usas máscara, eres cobarde». Por supuesto que usar máscara no te protege al 100% contra un virus. Pero si cualquier dispositivo logra protegerte aunque sea en un 1% de una enfermedad mortal, porqué no usarlo? Al fin y al cabo, si entras en ese 1%, te mueres. Y tanto va el cántaro a la fuente, hasta que se rompe. Un buen día nos enteramos de que Trump, después de presumir a gusto durante meses sobre su salud de hierro y su valor, tenía Covid. Y un par de días después, nos enteramos que fue hospitalizado de urgencia. Por supuesto, los médicos no podían dejar que el presidente de la nación, el hombre del que depende en gran medida la respuesta del país a una agresión nuclear, estuviera incapacitado para tomar decisiones. Me imagino que fue objeto de las terapias más sofisticadas, aún si tuvieran que extraer las medicinas del mismísimo centro de la Tierra. Pero lo que recuerdo con más gracia de aquel episodio fue cuando salió del hospital, subió los escalones de la terraza sur de la Casa Blanca, y parándose ante los micrófonos, se quitó la máscara con el gesto del que se libera de un molesto arnés. Resumiendo los sucesos del Covid, creo que Trump tuvo mucha suerte de que Jennifer Doudna y Emmanuelle Charpentier (Premios Nobel de Química 2020) inventaran el CRISPR, una técnica para editar el DNA basada en la forma en que las bacterias se defienden de los virus, porque gracias a ello Drew Weissman y Katalin Karikó (Premios Nobel de Medicina 2023) desarrollaron las nuevas vacunas de tipo mRNA, que son producidas por Moderna y Pfizer contra el Covid, y que gracias a su tecnología no pueden infectarte por error porque sus elementos activos nunca entran al núcleo sino que van directamente a los ribosomas, que son las fábricas de proteínas de las células. Una verdadera proeza de tecnología bioquímica. Y todo a mil leguas del nivel intelectual de Trump, que se quedó atorado en la Secundaria. Por cierto, la Dra. Karikó es inmigrante húngara, de ésas que él odia tanto. Parece castigo de Dios, verdad?😀
  6. ▶︎Los pleitos en su propio gobierno. Realmente, este asunto no se puede explicar a fondo en un párrafo, necesita un libro entero. Pero trataremos de hacer un resumen de HECHOS (no opiniones) para documentar la afirmación de que durante la administración Trump, la Casa Blanca se convirtió en un manicomio: Secretarios de Estado, de Defensa, del Interior, Fiscales Generales, Directores del FBI y de la CIA, Jefes de Gabinete, Consejeros de Seguridad, y un rosario interminable de funcionarios importantes, eran nombrados y poco tiempo después defenestrados por el mismísimo Trump. Y como con tantas intrigas palaciegas no hay mucho tiempo para ocuparse de política exterior, uno se siente inclinado a darle cierta credibilidad al rumor de que Putin favoreció la candidatura de Trump porque intuía que eso le convenía para poder hacer sus tropelías sin que los de acá pudieran evitarlo porque estarían muy ocupados peleándose entre sí. ●Ese asunto fue precisamente el origen de una de las primeras broncas, la cual involucró a Robert Mueller, un antiguo director del FBI nombrado como Consejero Especial del Departamento de Justicia para investigar si era cierto el rumor de que Putin financió parte de la campaña presidencial de Trump. Mueller se demoró un par de años en elaborar el reporte, que al final lo único que demostró fue que un antiguo director del FBI sabe muy bien como cruzar el río sin que se le moje la ropa. Al que sí le costó el puesto fue a Jeff Sessions el Fiscal General, porque no cedió antes los reclamos de Trump de que botara a Mueller. ●Para hacer el cuento corto, sólo de Fiscales Generales hubo 6 al hilo, cuatro provisionales y dos titulares: Jeff Sessions y William Barr, que no dio tiempo a que lo botaran y renunció porque ya estaba harto de las boludeces de Trump. ●En cuanto a Secretarios de Defensa, también hubo 6 al hilo, cuatro provisionales y dos titulares: James Mattis (llamado cariñosamente «Mad Dog <perro rabioso> Mattis», un hombre honesto y excepcionalmente culto, con una biblioteca de varios miles de libros) que terminó diciendo que Trump era «una amenaza a la Constitución» y Mark Esper, que fue despedido por Trump porque no obedeció la orden de movilizar sus tropas para reprimir unos manifestantes que protestaban contra la brutalidad policial. ●Secretarios de Estado hubo 4, dos interinos y dos titulares: Rex Tillerson, un magnate petrolero amigo personal de Putin con sólidas relaciones en la industria petrolera Rusa, que fue despedido por Trump en lo que al final resultó un raro duelo de egos donde ambas partes tuvieron razón porque Tillerson dijo públicamente que Trump era un imbécil y Trump dijo que Tillerson era más tonto que una piedra. A diferencia del siempre fiel Mike Pompeo, antiguo jefe de la CIA, que demostró una lealtad a prueba de bombas hacia su jefe y fue capaz de hundirse junto con el Trumptanic. ●Como Jefes de Gabinete, desfilaron al menos cuatro: Reince Priebus, John Kelly, Mick Mulvaney y Mark Meadows. Por lo general resistían las majaderías del Presidente hasta que no podían más. Incluso durante un tiempo algunos tuvieron la ilusión de poder «domar» a Trump, es decir, hacer que mejorara su manera desordenada e irresponsable de dar órdenes, y le decían que sí pero no las ejecutaban, esperando que se le olvidaran. ●En sus memorias «The Room where it happened» p. 456, John Bolton, otro de los defenestrados, comenta que «en la primavera del 2019 él ya creía que Trump estaba acostumbrado a hacer de la obstrucción de la justicia una forma de vida», interesante opinión sobre un presidente sobre todo teniendo en cuenta que provino de su Consejero de Seguridad Nacional que es como decir su hombre de confianza para la guerra, no creen? ●James B. Comey, Director del FBI, fue despedido cuando investigaba los posibles contactos entre la campaña de Trump y la inteligencia rusa para interferir en las elecciones. ●Por ese tiempo hubo un gran escándalo cuando se descubrió que Trump extorsionó a Zelensky, amenazándolo con paralizar la entrega de una partida de dinero a Ucrania ($250 millones) ya aprobada por el Congreso, hasta que Zelensky investigara el asunto de Hunter Biden, el hijo díscolo de Joe Biden, que parece recibió sobornos de una empresa ucraniana para que influyera en su padre cuando éste era Vicepresidente (no es que yo defienda a Hunter o a Biden, pero paralizar la entrega de dinero a alguien amenazado por los rusos y dispuesto a utilizarlo para pelear contra Putin por la independencia de su patria, no es algo de mi agrado aparte de ser claramente una extorsión y de ir en contra de los intereses de USA). ●Alex Acosta, Secretario del Trabajo, renunció en medio de un escándalo que lo vinculaba a Jeffrey Epstein, el famoso pedófilo que se suicidó misteriosamente en una cárcel de Nueva York y que tenía relaciones con muchísimas figuras del jetset político, económico y artístico mundial. ●Michael Cohen pasó de ser el abogado personal de Trump a ser su archienemigo, cuando se vio encarcelado por cometer perjurio ante una comisión del Congreso que investigaba su participación como testaferro para pagarle a Stormy Daniels, una prostituta cara a la que le hicieron firmar un acuerdo de silencio para que no hiciera público que Trump se la tiró y con ello evitar que eso se usara como arma electoral para quitarle votos entre los moralistas cristianos de hueso colorado. ●Por cierto, Trump se jactó entre sus amigos sobre sus capacidades para conquistar féminas, diciendo que él sólo tenía que agarrarlas del pubis para que cayeran rendidas a sus pies. No se me ocurre tontería machista más grande. Ni una mejor muestra de su limitado concepto del amor, que es como confundir un caramelo con su envoltura, el pobre. ●Cuando Trump la cogió con reformar la USPS (el Servicio Postal de los Estados Unidos) para poder controlar mejor el asunto de las votaciones por correo para las elecciones, tuvo encuentros con Jeff Bezos, el fundador y dueño de Amazon, porque Amazon usaba a veces los servicios de USPS a una tarifa preferencial y Trump quería subirles el precio. Aquello daba risa y recordaba una discusión entre adolescentes para ver quién la tiene más grande (la fortuna, aclaro). La solución que le dio Bezos al problema me pareció genial: agrandó su propio servicio de distribución de carga, que por cierto funciona aún mejor que el estatal, que ya de por sí funciona muy bien. ●Hasta Elon Musk, el multibillonario fundador de Tesla y SpaceX, famoso por su padecimiento de Asperger, su bipolaridad y por ser el hombre más rico del mundo, formó parte durante un tiempo de una de las comisiones de expertos de la Casa Blanca pero renunció luego de que Trump anunciara la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático. ●El que haya habido en tan poco tiempo tantos pleitos contra tanta gente, es en mi opinión una prueba indiscutible del anormal estado mental de Trump: cuando todos los demás lo niegan y el único que dice ser Napoleón eres tú, el que está loco eres tú, y además tú no eres Napoleón. Y este loco tiene una sola forma para evaluar el desempeño de sus subalternos: su lealtad ciega hacia él. Lealtad que no existe en absoluto, por cierto, entre Trump y los medios de prensa (pero eso da para otro libro). En resumen, que comparada con la Casa Blanca en los tiempos de Trump, un circo de tres pistas con leones, elefantes, payasos y trapecistas, luciría tan aburrido como un monasterio budista con todos los monjes levitando en estado de meditación profunda.😀
  7. ▶︎Yo lo sé todo. Es bien sabido que desde hace siglos la Casa Blanca prepara un resumen diario de noticias sólo para los ojos del Presidente. La razón es obvia: el Presidente debe estar enterado de todo lo importante que ocurre en el mundo, incluyendo por supuesto los Top Secret. Tardaron algún tiempo en darse cuenta de que Trump, que se jactaba públicamente de no leer nunca ningún libro porque él era tan inteligente que «intuía» las cosas sin tener que estudiarlas, no se los leía. Decía que eran muy largos y él no tenía tiempo para ello (sin embargo, pasaba varias horas diarias mirando noticias por la tv). Entonces, con paciencia de abuelita para lidiar con su nietecito, comenzaron a hacerle diariamente un resumen del resumen, con sólo una página de largo. Tampoco los leyó. Su nivel de conocimientos quedó claro cuando preguntó si Finlandia era parte de Rusia, o cuando achacó eventos de la Segunda Guerra Mundial a la Primera, o viceversa. Pero quizás su mayor pifia fue cuando modificó con un marcador indeleble el mapa de la trayectoria de un huracán que amenazaba el territorio de Estados Unidos, y lo mostró por tv con los «arreglos» a mano hechos por él. Al carajo los complejísimos modelos matemáticos de simulación del clima, con supercomputadoras y expertos incluidos. Así que meteorólogo también? Eso ya es mucho más que tener el ego grande. Coño, si le pones barba, una gorrita verde olivo y un tabaco, es igualito a alguien que yo conocí! 😀
  8. ▶︎En modo Bernabé. Enrique Arredondo, un cómico de teatro bufo muy querido por los cubanos, hizo famoso a su personaje Bernabé, un delincuente de barrio que alquilaba sus servicios al mejor postor. Aún me acuerdo de alguna de sus tarifas, que vendía como si fueran objetos: galletazo simple, una peseta; puñalada trapera, 3 pesos… Para el cubano promedio, tan dado a las chanzas que se burla hasta de si mismo en medio de las mayores desgracias, la comicidad provenía de que Bernabé se hacía el valiente, pero en realidad no lo era. Y cuando alguien lo contrataba para amenazar a otro pero el sujeto resultaba ser más duro que él y le contestaba sus amenazas, decía: «¡Ah bueno, así sí!» como si de pronto hubiera comprendido y aprobado la forma de comportarse de su rival, y se iba corriendo del lugar con el rabo entre las patas. Ahora verán porqué cuento esto. Corea del Norte está desgobernada por una familia de sanguinarios dictadores que ya va por su tercera generación. Ellos prefieren gastar una millonada para tener armas nucleares y cohetes, antes que su pueblo coma. Por ello, han habido hambrunas terribles en ese país, que han costado millones de vidas. Recuerdo que a raíz de alguno de sus lanzamientos de prueba, Trump les dijo en un discurso en la ONU que ya le pararan al asunto porque si cometían la torpeza de lanzar un cohete contra USA o alguno de sus aliados, la respuesta sería la destrucción total de Corea del Norte. Incluso le puso un nombrete a Kim Jong-Un llamándolo «Rocket Man», haciendo referencia a una canción que hizo famosa Elton John y que habla de un personaje de un cuento de Ray Bradbury. Debo confesar que a pesar de que no me gustan las guerras y que comprendo que en un conflicto nuclear todos saldríamos perdiendo, sentí agrado al ver cómo se refería burlonamente al chino loco. Sin embargo, la alegría me duró poco, porque un tiempo después, Trump cambió del modo «No te metas conmigo porque te mato», hacia el modo «Experimentado diplomático capaz de negociar con el mismísimo Satanás», y fue a visitar al Hombre-Cohete a su madriguera, es decir, a Corea del Norte. Giro de 180 grados. En fin, todo sea por la paz, me dije. Pero en la segunda visita a su nuevo amigo, cuando ya saboreaba el Nobel de la Paz (total si a Obama le dieron uno por mucho menos, porqué a él no, verdad?), pasó algo que no supimos exactamente qué fue pero que lo echó todo a perder y se regresó sin acuerdos. Papelazo mayúsculo. Pasó lo que les pasa a los que pretenden ser muy duros pero en el fondo son débiles, cuando se encuentran con la horma de sus zapatos. ●También cuando Trump fue a ver a Putin, pasó otro tanto. Incluso humilló públicamente a la CIA al decir que Putin le había asegurado que no se había metido en las elecciones y que él estaba convencido de que le había dicho la verdad. Por supuesto, Putin es un hijoeputa con una fría mirada de reptil, duro como una roca y que le mete miedo al susto. Lo único que le faltó a Trump fue decir «Ah bueno, así sí!» 😀
Dudo mucho que este tipo de gente, procaz y primitiva, sean los garantes de una democracia.

Terminado mi resumen no exahustivo acerca de Trump, retomo la conversación sobre de los puntos de inflexión en la Historia y el Jan/06.

Luego de la primera oleada de indignación por lo que estaba pasando, comencé a preguntarme cual sería la reacción de los líderes del Congreso. Por supuesto, esperaba críticas fuertes al Presidente por su intento de golpe de estado. Pero me esperaba una sorpresa: prácticamente NINGUNO de los líderes Republicanos demostraron franco rechazo. Casi todos comenzaron con un cantinfleo que hizo que me decepcionara completamente del GOP. Sentí verguenza ajena. Sólo Liz Cheney dijo lo que era obvio para mí: que al arengar a la gente para que tomara el Congreso, Trump había cometido un crimen. Ya no era un problema de opiniones, era un HECHO, y lo hechos no se pueden negar ni discutir. El Partido Republicano había sido secuestrado por Trump.

Déjenme aclarar bien un punto: yo padecí la dictadura castrista durante 32 años de mi vida. Y digo padecí no en un sentido figurado, sino bien concreto. Varios familiares y amigos han sufrido prisión o han muerto por causa del régimen. Tuve problemas con mis opiniones en la Secundaria y en la Prepa. Los comunistas cubanos me botaron de la Universidad de La Habana porque critiqué la invasión rusa a Checoslovaquia en 1968. He visto como el régimen ha destruído la sociedad cubana en todo sentido: económico, político, moral, familiar, cívico, etc, y lo ha llevado a niveles de miseria material e indigencia política comparables a los de las peores naciones del mundo. No hay quien me haga creer en el Comunismo o la izquierda radical como una doctrina social buena, porque lo viví y lo sufrí hasta la saciedad. Toda mi vida me he sentido Republicano. Sé por experiencia propia que en el Capitalismo el Hombre progresa mucho mejor que en el Comunismo porque cuando el Estado supuestamente asume el control de tu bienestar lo que sucede realmente es que asume el control de tu vida y el Hombre pasa a ser esclavo del Estado. También sé que los demócratas están mucho más cerca del ideal comunista de lo que están dispuestos a aceptar. Y el que juega con fuego, termina quemado.

Pero si para ser Republicano tengo que aceptar que alguien como Trump sea el líder de mi partido político, me paso con fichas. O para decirlo con otras palabras: el Jan/06 fue mi punto de inflexión. Me declaro independiente, libertario, o como le quieran decir. Pero no Republicano, al menos mientras el GOP no dé muestras de recuperación de su secuestro. Punto.

Los cubanos que admiran a Trump porque amenazó un par de veces al desgobierno comunista cubano (por cierto, sin que esas amenazas tumbaran la dictadura), están en todo su derecho para pensar así. Pero no cuenten conmigo para apoyar a Trump.

Dos de las guerras actuales: Rusia-Ucrania e Israel-Hamás

Momento en que un misil ruso impacta en un edificio de apartamentos civil, en la guerra que Rusia inició contra Ucrania.

No quiero terminar sin explicar brevemente mi opinión sobre dos de las guerras actuales.

Rusia – Ucrania

Cuando en 1991 se desmerengó la URSS, muchos pensamos que el peligro había terminado. Estábamos equivocados. El destino de las antiguas naciones que la formaban no fue parejo. Las repúblicas bálticas (Letonia, Lituania y Estonia), como era de esperar por la influencia de Europa Occidental, mejoraron y florecieron económicamente. Las repúblicas del Asia Central (Kasajastán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán), cayeron en dictaduras iguales o peores a las que existían cuando Rusia era la metrópoli. Las del Cáucaso (Armenia, Georgia y Azerbaiyán) guerrearon entre sí por problemas étnicos. Bielorusia cayó en las manos de Lukashenko, un pichón de gorila que le hace los mandados a Putin. Moldovia no cuenta porque es muy chiquita y pobre. Y la joya de la corona, Ucrania, luego de algunos bandazos, logró lo que siempre quiso: independizarse de todos, aunque no logró librarse de la corrupción y parecía que iba por el mismo camino de Bielorusia… hasta que llegó Zelensky, un cómico de la tv que parecía un comemierda, y ha resultado un héroe.

En cuanto a Rusia, al principio el poder estuvo en manos de Boris Yeltsin, que era un borrachín. Pero ya hace un buen rato que cayó en las de Vladimir Putin, un antiguo coronel de la KGB (el temido organismo represor de Lenin, Stalin y sus sucesores) que ha demostrado querer revivir el Imperio Ruso, con Putin haciendo de Pedro el Grande (aunque en realidad más apropiado sería decir Pedro el Chiquito, porque es medio enano, pero malo como la araña: le podría dar clases de traición a Bruto, de intriga a Rasputín y de envenenamiento a los Borgia).

Para decirlo de una buena vez, la democracia no puede surgir y/o mantenerse, si la gente no está preparada para ello, es decir, si el nivel de cultura cívica de la gente es bajo, más cercano a los tiempos de las sociedades feudales, las monarquías absolutistas o los Imperios, que a los de las formas más evolucionadas de gobierno. Por eso las dictaduras impiden la libertad de prensa, para evitar que la gente aprenda a pensar por su cuenta. Intentar convertir en democracias a los pueblos que no están preparados para ello, es tan inútil e imposible como aspirar a fundar una república en una jaula llena de chimpancés.

Y eso último, para que quede bien claro, se aplica a cualquier lugar. Incluída Cuba, por supuesto.

Durante años, Putin estuvo preparando el zarpazo, y negándolo (la negación de lo evidente es otra de sus malas costumbres y me recuerda a Goebbels). Y cuando se sintió lo suficientemente a salvo de represalias, invadió Ucrania.

La cosa iba a ser corta, unas dos o tres semanas como máximo, dijo. Y no iba a ser una guerra, sino una «Operación Militar Especial» (los comunistas sienten una atracción especial por los eufemismos, como si las palabras ocultaran lo obvio). Pero como dijo el Chapulín Colorado, no contaban con su astucia (con la de Zelensky, para ser precisos).

Bueno, ya vamos para los dos años, y Ucrania sigue ahí, resistiendo. Rusia es muy grande y tiene muchos recursos, pero el asunto se ha convertido en una guerra de desgaste y los ucranianos han logrado infligirle cierto nivel de daño a los rusos, incluyendo barcos de la flota de Crimea, soldados, y muchísimo material militar como tanques, cañones, transportes militares, etc. Al principio Rusia dominaba el aire, pero luego de algunos tropiezos Ucrania ha empezado a recibir F-16 y la cosa puede cambiar. Gracias a su pueblo, a Zelensky, y a la ayuda militar de Estados Unidos y muchas otras naciones del mundo, cada día que pasa sin que los rusos ganen, es equivalente a una patada en las nalgas para el prestigio de Putin. Nadie quiere que los rusos los manden, en especial los pueblos que ya saben lo que eso significa: pobreza, humillación y abusos.

Y cada vez que oigo a algunos políticos hablando de suspender la ayuda a Ucrania, siento un desprecio profundo hacia ellos.

Israel-Hamás

Kindergarten atacado por Hamás el 7 de Octubre. En el piso puede verse la sangre de los niños asesinados.

Para el pueblo israelí, la mañana del 7 de Octubre del 2023 va a ser recordada por siempre. Ese fue el momento en que Hamás, el grupo guerrillero que desgobernaba en la Franja de Gaza, entró en territorio israelí por varios lugares y realizó su despreciable ataque a civiles. Mataron unas 1300 personas inocentes, incluyendo bebés, niños pequeños, ancianos, mujeres, y tomaron unos 250 rehenes civiles.

El objetivo del ataque fue echar a perder las negociaciones que se estaban llevando a cabo para lograr un acuerdo entre algunos países árabes y los israelíes para su coexistencia pacífica. Eso se ha intentado ya varias veces, y siempre ha terminado en fracaso porque las facciones árabes más radicales no desean la paz, sino la guerra. Los israelíes calcularon mal porque no creyeron que los de Hamás serían capaces de tanta infamia en medio de una posibilidad de distensión, y bajaron la guardia. Esa apreciación equivocada y la falta de una inteligencia más precisa, les costó muy caro.

Luego del horror inicial por la masacre, una ira sorda y profunda comenzó a expandirse entre los israelitas. El crimen, lejos de acobardarlos, los impulsó a decidir que la única forma de acabar definitivamente con el problema, era destruír a Hamás. Y lo están haciendo.

Pero Hamás tiene como norma esconderse detrás de los civiles de su propio pueblo. Por ejemplo, disparan misiles desde una escuela o un hospital, con la intención de la que respuesta israelí para neutralizar los lanzacohetes, mate a los niños o a los enfermos. También, Hamás usa el dinero de las ayudas internacionales para el pueblo palestino para cavar túneles debajo de los edificios civiles, y los llena de armas o guerrilleros. En pocas palabras: Hamás usa a los palestinos como escudos humanos.

El desinterés de Hamás por el bienestar de su propio pueblo llega al extremo de desenterrar tuberías de agua metálicas de un acueducto donado por una organización humanitaria, para hacer misiles con los tubos. Es decir, utilizan los recursos que podrían mejorar la vida de sus gobernados, para hacer la guerra.

A Israel no le gustan las guerras. Pero a veces no queda más remedio que librarlas, cuando son en defensa propia. Hamás ha declarado que su objetivo es destruír el Estado de Israel, y no admite ningún tipo de negociación para la paz. Es la guerra o la guerra. Pues bien, en ese caso no queda más remedio que hacerla.

Sin embargo, los medios de prensa han tenido en su mayoría una reacción muy injusta: están mostrando los muertos y los heridos civiles de los palestinos, sin hacer clara referencia a las razones de ello. Es decir, no explican claramente que Hamás usa a los civiles palestinos como escudos humanos, con la intención de desacreditar al ejército israelí. Para un observador no bien al tanto de los métodos cobardes de Hamás, podría parecerle que el gobierno de Israel está cometiendo genocidio. Eso es exactamente lo que quiere Hamás, para lograr que el escándalo ejerza presión sobre Israel y se detenga el ataque, con lo cual Hamás no sería destruído. Esa es la estragegia de la guerra de guerrillas, apegada 100% al manual.

Pero hagámosno la siguiente pregunta: Qué gana Israel matando civiles? Nada. O más bien, gana rechazo. Entonces, por qué lo haría? Respuesta: porque no le queda más remedio. De lo contrario Hamás terminaría acabando con Israel. Si los guerrilleros no se escondieran detrás de los civiles, no habría muertos civiles. Luego entonces, el responsable de los muertos civiles no es Israel, sino Hamás. Para mí eso está claro como el agua.

Y todavía más: Israel, con todos los defectos que pueda tener como nación, es mucho más democrática y justa que la sociedad palestina: en todos los países de cultura musulmana la mujer ocupa un lugar secundario, es decir, tiene menos derechos que los hombres. Incluso hay lugares como Irán, en que una mujer puede ir a la cárcel o ser torturada e incluso asesinada, si cuando sale a la calle no usa el hiyab, esa especie de velo que les cubre la cabeza y los hombros. Así que todos esos que protestan por la guerra y critican a Israel, están atacando al agredido, no al agresor. Y si por cualquier razón tuvieran que vivir en una sociedad dominada por los extremistas musulmanes, verían que han vivido engañados toda su vida, pero ya sería tarde para evitarlo.

Acerca de azayas48

Físico médico, programador de computadoras. Fan de Visual Basic y SQL. Cubano por nacimiento, mexicano por naturalización y por corazón.
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