Un mundo feliz, o falaz (XII)

Monte Rushmore... modificado

Visión «actualizada» de los Padres Fundadores (Washington, Jefferson, Rooselvelt y Lincoln) inmortalizados en la roca del Monte Rushmore

De lo sublime a lo ridículo (o de los Padres Fundadores… al Trumpistán)

Ya no me quedan dudas: Diosito es un jodedor.

Resulta que el tipo no se conformó con ridiculizar nuestros modelos de tiempo, espacio, causalidad, simultaneidad, etc, haciendo que la física cuántica y la relatividad de Einstein nieguen la estructura de la realidad según nos indican nuestros sentidos, sino que ahora también convirtió en hiena al Gato de Schrödinger

Y como colofón de ese absurdo panorama, yo, que he sentido casi toda mi vida el más profundo desprecio por el Fifo (¡gracias a Dios ya está metido en una cajita!) y por el comunismo en general, he comenzado a sentir lo mismo por el presidente de la nación que en sus buenos tiempos más admiraba y en la cual ponía mis esperanzas de un mundo mejor.

Como decía Paco (el encargado de Alegrías de Sobremesa): «Le zumba la berenjena!«.

Gato de Schrödinger

Gato de Schrödinger, con cara de aburrido

Ahora en serio…

Siempre he tratado de ser imparcial y respaldar mis opiniones y los razonamientos expuestos en este blog con hechos que los expliquen y le den sustento, alejándome en lo posible de las actitudes doctorales o de las perretas de fanático de cualquier signo filosófico o politico.

De esa manera intento ser civilizado y evitar imponerle a nadie mis criterios, sino dejar que sea el lector el que -luego de escuchar mis argumentos- saque sus propias conclusiones.

Y aunque en estos momentos la indignación me embarga, me esforzaré en evitar que la ira me desvíe del camino de la razón y demerite mis argumentos.

Así que «le bajo dos rayitas» -como dicen en México- y paso a explicarme.

Comenzaré -creo que ya va siendo mi estilo- disfrutando un poco con la referencia a una obra de la cultura universal que me recuerda el estatus actual de la política gringa:

El Ciudadano Kane

Escena del filme El Ciudadano Kane

El ciudadano Kane

El genio de Orson Welles alcanzó las mieles del éxito en 1938, cuando emitió un famoso programa de radio basado en la novela «La guerra de los mundos» de H.G. Wells, que describía la invasión de la Tierra por seres de otro planeta. Por su nivel de realismo (al ser transmitido como un noticiero, muchas personas creyeron que se trataba de un suceso real que se narraba en vivo) creó una terrible ola de pánico al punto que hubo varios suicidios e innumerables ataques de histeria entre la población norteamericana.

Luego de algunas críticas que en realidad implicaban una velada alabanza a su habilidad histriónica y de una disculpa pública, el incidente se convirtió en un trampolín a la fama que le abrió las puertas de Hollywood y en 1941 escribió, produjo y protagonizó uno de los filmes más aclamados de todos los tiempos, al punto que muchos lo consideran la obra máxima de la cinematografía mundial.

En ella, se cuenta la historia de Charles Foster Kane, un magnate de la prensa estadounidense en la primera mitad del siglo XX que a pesar de su origen humilde llegó a la cima de la megalomanía y a amasar enormes cantidades de dinero y poder. Poco a poco, sin embargo, su estrella se va opacando y al morir en Xanadú -su inmensa propiedad en el estado de Florida- triste y abandonado por todos, pronuncia una última e incomprensible palabara: «¡Rosebud!«.

Nadie sabía a qué se refería. Y es precisamente a través de la investigación que realiza un reportero para resolver esta incógnita, que la película muestra -a través de flashbacks- la historia del protagonista.

Rosebud, el trineo de nieve que era el juguete preferido del pequeño Charles, y que le quitaron el día que comenzó su educación en un internado lejos de su hogar.

Rosebud, el trineo de nieve que era el juguete preferido del pequeño Charles, y que le quitaron el día que comenzó su educación en un internado de élite, lejos de su hogar.

Aparte de las consideraciones sobre los méritos técnicos del filme y su estructura dramática -que hizo escuela según muchos críticos- quisiera referirme a la moraleja final de la historia: resulta que Rosebud era el nombre del trineo que le quitaron al pequeño Charles el día en que (luego que su madre recibiera una cuantiosa herencia y decidiera alejarlo de la influencia de un padre alcohólico y abusador creando un fideicomiso a cargo de educarlo hasta su mayoría de edad) llegó hasta su humilde cabaña un famoso banquero que desde entonces sería su tutor, para llevarlo a un internado de élite donde modelaron su carácter y lo convirtieron en una máquina cuidadosamente programada para ganar a toda costa, en cualquier situación o circunstancia.

En el fondo, sin embargo, siempre añoró lo que le arrebataron: su hogar y su niñez.

De manera que el mensaje principal del filme -que según muchos, resume el pugilato del gobierno y cierta parte de la sociedad norteamericana en la primera mitad del siglo XX y finales del XIX- parece ser la advertencia de que la felicidad no se encuentra en las cosas, el dinero o el poder, sino en algo tan sencillo como sentirse satisfecho consigo mismo. Enseñanza que por cierto, es la base de varias exitosas filosofías humanistas.

William Randolph Hearst

William Randolph Hearst

I make the news!

Pero aunque supuestamente la historia era ficticia, tenía un sospechoso parecido con la de un personaje de la vida real: William Randolph Hearst, poderosísimo magnate de la prensa norteamericana de la época que carga con el dudoso honor de haber inventado la prensa «amarillista», es decir, la manipulación mediática ajena a la verdad y afín al escándalo y al morbo, con el fin de vender.

Uno de sus dichos: «I make the news!» (Yo hago las noticias!) refleja su siniestra idiosincracia. Anticomunista furibundo y partidario de la caza de brujas, fue acusado de xenófobo y pronazi.

Existe una anécdota sobre él que de ser cierta, lo colocaría en una posición difícil de superar en el panteón de la ultraderecha: Cuentan que a finales del siglo XIX, poco antes de la segunda guerra (1895-1898) entre España y los criollos por la independencia de Cuba, Hearst mandó un reportero a cubrir la Isla. Y dicen que aquel periodista al llegar a La Habana y no constatar ninguna acción militar, le mandó un telegrama a su patrón diciéndole que él no veía la guerra por ningún lado. A lo que Hearst le contestó con otro telegrama: «No se preocupe, ya la verá. Ud. ponga las fotos, que yo pongo la guerra«.

Acorazado USS Maine

Acorazado USS Maine

Lo que sí está comprobado es que fueron sus periódicos los que comenzaron la campaña mediática que le echó la culpa a España por la explosión en 1898 del USS Maine (un buque de guerra norteamericano que se encontraba estacionado en la bahía de La Habana supuestamente para proteger los intereses de los ciudadanos norteamericanos en la Isla porque EU era un país neutral al conflicto armado). Y aunque a la luz de la lógica resulta difícil de creer que España tuviera algún interés en tener como enemigo a una nación tan poderosa, la campaña dio resultado y como consecuencia EU entró en la guerra y venció a España en unas pocas semanas (algo que los cubanos venían añorando al menos desde 1868).

Cuba pasó a tener un gobernador gringo durante unos años y el 20 de Mayo de 1902 obtuvo su independencia. Pero la bandera que se arrió ese día no fue la española, sino la norteamericana.

A esas lindezas se agrega su apoyo al porfiriato (1876-1911) -una de las grandes dictaduras mexicanas- y luego a Victoriano Huerta, el asesino de Madero (el presidente electo que sustituyó a Porfirio Díaz) con el evidente propósito de defender sus propiedades en México.

De ese tamaño se las gastaba el señor.

Marion Davies, famosa y bella artriz que mantuvo durante 30 años una relación con Hearst.

Marion Davies, famosa y bella artriz que mantuvo durante 30 años una relación con Hearst.

Pero no todo le salía bien a Hearst. Dicen que Rosebud (que suena parecido a rose butt, algo así como culito rosado) era en realidad el apodo con que se refería a las partes íntimas de su novia, la bella actriz Marion Davies, a la que una vez sorprendió besándose con Charles Chaplin en una fiesta de cumpleaños que se celebraba en su yate, lo cual produjo un pleito algo confuso en el que hubo un muerto. Y parece que Hearst se sintió tan humillado y molesto al ver expuesta su vida íntima hasta en sus más embarazosos detalles (cuernos incluídos), que juró vengarse de Welles.

Y a decir verdad, parece que lo logró.

En primer lugar, utilizó toda su influencia y fortuna para evitar que el filme se exhibiera en los cines, cosa que al menos logró parcialmente. Pero Hearst ya no era joven y quiso que su castigo le sobreviviera: dicen que poco antes de morir, dejó instrucciones para que sus abogados -apoyados en su inmensa fortuna- hostigaran de por vida a Welles, haciéndolo el blanco de innumerables demandas y acusaciones que no lo dejaron levantar cabeza durante el resto de su existencia.

Cierto o no esto último, es conocido que Orson Welles sostuvo durante toda su vida muchos pleitos financieros/legales y que luego de Citizen Kane -a pesar de que produjo otras películas e incluso recibió un Oscar honorífico en 1971- nunca volvió a lograr un éxito tan grande.

Hasta aquí mi descripción del filme de Wells, el cual según mi criterio tiene un parecido asombroso con la realidad norteamericana de hoy.

Ahora explicaré por qué.

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Nombre las 3 funciones más importantes del gobierno: 1) Hacer la Seguridad Nacional grande otra vez; 2) Hacer la Educación grande otra vez; 3) Hacer la Salud Pública grande otra vez; 4) Hacer [el negocio de] la Vivienda grande otra vez; 5) Hacer [el negocio de] los barrios grande otra vez; 6) Hacer al Gobierno grande otra vez; 7) Hacer a Donald Trump grande otra vez…

«Sólo soy, he sido y seré un norteamericano«, Charles Foster Kane.

Quizás el haber estado obligado desde la niñez a oír los discursos de Castro, hizo que desarrollara una especie de radar que me ayuda a detectar desde lejos a los tipos de su especie.

La primera impresión que tuve de Trump fue la de un tipo medio chiflado, mitad megalómano, mitad demagogo. No brillaba precisamente por la belleza o la complejidad de su discurso y las ideas expuestas, sino más bien por su visión simplista de la realidad, su lenguaje chabacano -ajeno a lo que uno esperaría de un gran estadista- y su prepotencia. Me causaba un rechazo instintivo. Francamente, no pensé que tuviera la menor probabilidad de ganar la presidencia de EU.

Me equivocaba.

Creo que mi error estuvo -entre otras cosas- en haber sobrevalorado la capacidad de juzgar por sí mismo del norteamericano medio. Es decir, de no ser manipulado.

Porque -pensaba yo- de un país que ha sido capaz de mantener durante muchos decenios la supremacía mundial en tantos frentes (tecnológico, comercial, científico, intelectual, docente, militar, literario, artístico, legal…) uno esperaría que tuviera una población mayoritariamente culta y difícil de ser manejada por un demagogo, no?.

Falso. La cultura no nos exenta del comportamiento como animales grupales, algo que está incrustado en nuestro ADN desde tiempos inmemoriales, cuando la selección natural «descubrió» que agruparse es beneficioso para la supervivencia.

Por ejemplo, la Alemania de 1930 era una sociedad mucho más culta que la norteamericana. Sin embargo, las consecuencias de la I Guerra Mundial habían llevado a sus ciudadanos a una situación económica desesperada, lo cual facilitó en gran medida que le hicieran caso a un tipo como el hijoeputa de Adolfito, que prometiéndoles el oro y el moro, los llevó a un fracaso aún peor.

Ciro, Cueto y Miguel, los integrantes del Trío Matamoros

Ciro, Cueto y Miguel, los integrantes del Trío Matamoros, que inmortalizó entre otros, el famosísimo  Son de la Loma

Entonces… de dónde son los cantantes, digo, los votantes?

La victoria de Trump me llevó en primer lugar a reconocer que mi visión del pueblo norteamericano quizás no fuera muy real. Y luego, a tratar de saber la verdad, es decir, conocer quiénes fueron sus partidarios. Porque indudablemente, existen. Descubrí que hay muchos norteamericanos que no la pasan tan bien como yo pensaba.

Michael Moore no es precisamente una persona en quien yo confíe ciegamente o tenga en alta estima, pero hizo un documental (TrumpLand) que sinceramente creo me ayudó a entender mejor el problema. En él, dos periodistas francesas viajan a EU y realizan un viaje por tierra desde Chicago hasta Miami, pasando por toda una serie de territorios conocidos como el «cinturón del acero» porque abundaban las industrias básicas relacionadas con el acero (fundiciones, ferrocarriles, maquinaria pesada, ensambladoras de coches, etc), baluartes del voto republicano duro.

De http://en.wikipedia.org/wiki/Image:Rust-belt-map.jpg#file, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3000009

Cinturón del acero (marcado en rojo), en la región nordeste de EU. Imagen tomada de http://en.wikipedia.org/wiki/Image:Rust-belt-map.jpg#file

Durante el viaje van entrevistando a personas con las cuales se encuentran, a las que les preguntan por sus problemas y sus opiniones políticas: un obrero de la construcción sin empleo fijo, un cantante de rock de la tercera edad con hijos que tampoco tienen empleo y no alcanzan crédito para estudiar en la universidad, unos motociclistas de Harley Davidson de ésos llenos de tatuajes, con colas de caballos, pañuelos en la cabeza y caras de malos, un matrimonio de ancianos sin retiro, un miembro del Ku Klux Klan con tipo de mariguanero delincuentón, una muchacha fanática religiosa de Memphis de ésas que sólo lee la Biblia y quiere que todo el mundo piense como ella pero no sabe casi nada sobre el mundo, y hasta un cubano de Miami partidario de que detengan la inmigración como si él mismo no fuera inmigrante. Todos, simpatizantes de Trump.

A pesar de su diversidad, tienen algunos rasgos comunes: casi todos son blancos, su nivel escolar no es muy alto, la mayoría vive en zonas industriales del nordeste venidas a menos por las crisis económicas (ahora los chistosos llaman Cinturón del Óxido al antiguo Cinturón del Acero) y se sienten inclinados a echarle la culpa de sus desdichas al gobierno o a otros grupos humanos como los negros, los inmigrantes o los judíos.

Pero principalmente, ninguno de ellos tiene una situación económica desahogada. Y eso es precisamente lo que los une, la esperanza de que Trump les resuelva sus problemas.

Porque esa gente han visto sucederse los gobiernos demócratas y republicanos con la regularidad de un péndulo oscilando (burro, elefante, burro, elefante…) sin que ninguno los haya ayudado de veras a resolver sus problemas sino más bien al contrario, en cada elongación la cosa se ha puesto peor. De manera que muchos han perdido la fe en el sistema o en los políticos tradicionales.

Y en eso Trump es un experto en presentarse: ÉL es el tipo antisistema. El que les va a decir a todos los políticos de siempre, a los demócratas y hasta a los republicanos (que supuestamente son su propio partido), con la gestualidad y el slang de matón de barrio que tanto impresiona a sus partidarios, algo parecido a: «A ver, pendejos, échense pa’llá, que llegué YO, chingada madre!«.

Qué les podría decir a ese grupo de personas? Que sus problemas no existen? No creo que me creyeran (sobre todo, porque SÍ existen). O que Trump en vez de resolverlos, los empeorará? Tampoco me creerían.

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El granjero Jones entrando en el establo con un látigo para castigar a los animales. Escena de La Rebelión de la Granja, de George Orwell

Uds. quieren que vuelva Jones?

Hay una técnica muy común y efectiva utilizada por los demagogos bien entrenados. Podríamos llamarla la política binaria. Consiste en convencer a la gente de que sólo hay dos opciones: la del enemigo, y la tuya. Y como la del enemigo ya se probó y es mala, entonces la tuya es la buena y cualquier desviación del camino actual, provocaría que el malo se hiciera de nuevo con el poder.

Es lo que le decía el verraco Napoleón a los animales en La Rebelión de la Granja, el genial librito de George Orwell. O el Fifo a los cubanos.

Por supuesto que la implicación lógica sobre la que se basa este razonamiento, es falsa. Pero ha sido utilizado con éxito en innumerables ocasiones a lo largo de la Historia.

Al respecto, creo que debo aclarar algo: el hecho de que no me guste Trump, no implica que me guste Hillary u Obama.

Hillary es una mentirosa enredada en sus propias trampas, como lo de los emails o lo de Benghazi. Y Obama entre otras muchas cosas, tuvo el dudoso privilegio de elevar la deuda del estado hasta más allá del 100% del PIB, unos 19 trillones de dólares. Algo tan peligroso e irresponsable como estar alegremente rodeado de 100 bombas nucleares y no recordar dónde pusiste el botón que las hace estallar.

De hecho, algo que me pregunto es si entre los 300 y pico de millones de habitantes de EU, no había otros tipos más adecuados para las candidaturas demócrata y republicana. Porque los dos que escogieron con tanto cuidado, fueron nefastos. Mejor los hubieran designado en una lotería.

Aclarando: Para mí, los ideales establecidos por los Padres Fundadores y expresados en la Constitución siguen estando ahí, a salvo de cualquier intento de enlodarlos o desvirtuarlos. Aunque muchas veces quienes están llamados a implementarlos en la práctica, sean una partida de gandallas.

Juego de palabras intraducible. Comb es peine, y la frase remeda una canción famosa de Peter Seeger: We shall Overcome (Nosotros Venceremos), refiriéndose a los problemas raciales de los negros norteamericanos. La burla está en que el peinado de Trump seguramente requiere de mucho trabajo con el peine.

Juego de palabras intraducible. Comb es peine, y la frase remeda fonéticamente a una canción famosa de Peter Seeger: We shall Overcome (Nosotros Venceremos), refiriéndose a los problemas raciales de los negros norteamericanos. La burla está en que el peinado de Trump seguramente requiere de mucho trabajo con el peine.

Ahora quisiera hablar de algunas de las decisiones de Trump en sus primeras semanas como presidente.

Los primeros inmigrantes ilegales

Los primeros inmigrantes ilegales. Dice el jefe indio a los peregrinos: «No tienen permiso de residencia ni visas? Lo siento, pero necesitamos ver algún tipo de identificación!».

El Muslim ban y el «pursuit of happyness»

Si Trump en vez de ser descendiente de inmigrantes alemanes y escoceses, hubiera sido miembro de la tribu de los wanpanoag (los que recibieron a los Padres Peregrinos) en los tiempos del Mayflower, seguramente que EU no sería la gran nación que es hoy, porque no los hubiera dejado establecerse. Así de fácil.

Por suerte, aún faltaba mucho tiempo para que naciera. De manera que los peregrinos llegaron a Cape Cod (en las cercanías de lo que hoy es Boston) a finales de 1620, huyendo de la persecusión religiosa de Jacobo I de Inglaterra, y dieron los primeros pasos para la fundación de una nación que con el tiempo se convertiría en símbolo de libertad y justicia para todos los perseguidos del mundo.

Si quitáramos de EU toda la gente de ascendencia irlandesa, italiana, japonesa, china, coreana, mexicana, puertoriqueña, dominicana, jamaiquina, cubana, venezolana, africana, latinoamericana y asiática en general… no sé si quedaría gente suficiente para llenar un par de estados.

Para decirlo claro: la gente es el principal recurso de un país. No basta con que una nación tenga tierras, costas, montañas, valles, minerales, energía… si tiene poca gente, tendrá problemas. Y si no miren a Canadá con su inmensa cantidad de terreno y recursos de todo tipo, que siempre anda buscando personas que vayan a explotarlos.

Además, muchos inmigrantes llegan al país que los recibe con la mala experiencia del lugar de donde salieron, lo cual hace que valoren su buena suerte y se esfuercen por trabajar incluso más que algunos de los nacidos en el lugar de arribo. Por eso son tan valiosos, sin importar si son médicos, ingenieros, científicos, o simples obreros.

Por supuesto, también creo que es justo que cada país tenga el derecho de examinar a los inmigrantes, antes de que éstos entren a su territorio. Siempre ha habido gente mala que intenta penetrar para hacer daño, y a ésos no se les debe permitir nada. Punto.

Alemania nazi. Letrero advirtiendo que el dueño del comercio es judío

Alemania nazi. Letrero advirtiendo que el dueño del comercio es judío

Pero el filtro tiene que ponerse a nivel individual, no a nivel de grupo. No se debería de juzgar o discriminar a nadie por su origen racial o étnico, su color, su país de origen, su religión, sus preferencias sexuales, etc. Si las leyes no se aplican a los individuos sino a los grupos humanos, se convierten en cosas francamente despreciables y odiosas. Como las leyes de Hitler para los judíos.

Y lo que Trump ha hecho es precisamente eso, discriminar por grupos, no por individuos. Lo cual, por cierto está expresamente prohibido por la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de Norteamérica.

Estatua de la Libertad

Estatua de la Libertad, modificada

La excusa del gobierno es que hay países «mayoritariamente musulmanes» de donde provienen gran parte de los terroristas y es muy difícil saber lo que pretende realmente cada uno de sus inmigrantes.

Bueno, yo no he dicho que sea fácil. Pero es lo justo. Tampoco es fácil saber lo que pretende hacer alguien que ya vive dentro del país. Aunque sea hijo de ciudadanos por varias generaciones (como han resultado ser los autores de muchos atentados recientes). Y como Trump, casualmente.

Las leyes se cumplen, no se «interpretan». Eso es precisamente lo mejor de vivir en un país de leyes.

Yo no soy experto en el tema, pero sé lo suficiente como para decir que sólo existe una forma legal para evitar el cumplir con las garantías constitucionales: el estado de excepción que se produce al entrar en guerra o cuando un acontecimiento pone en peligro la paz y la estabilidad del país. Pero para ponerlo en vigor, el Ejecutivo tiene que solicitarlo y el Congreso tiene que autorizarlo públicamente, y sólo por un período de tiempo.

Como hicieron -por ejemplo- con los japoneses residentes en EU durante la II Guerra Mundial, a los que internaron en campos de concentración luego que el Congreso lo autorizó y Roosevelt firmó la ley el 21 de marzo de 1942. Espantoso, abusivo (los más afortunados tuvieron 7 días para malvender sus propiedades pero la mayoría las perdieron),  y posiblemente inútil (nunca descubrieron planes subversivos que implicaran a los internados), pero al menos, legal.

A ver, si Ud. fuera un tipo tranquilo -digamos un sirio- que de buenas a primeras se ve envuelto en un conflicto bélico y al cual su casa se la destruyó un misil, que no encuentra comida para su familia, que vive en un lugar sin agua, sin medicinas, sin nada. No trataría de escapar hacia otro lugar en donde lo dejaran vivir en paz? Qué pensaría si alguien le impide llegar al otro lugar aduciendo que Ud. puede ser un terrorista?

Ornitorrinco. El animalito demuestra la Evolución porque es un híbrido entre clases de vertebrados: tiene pico de pato, tetas de mamífero, cola de castor y garras de nutria. Se reproduce por huevos en lugar de parir vivas a sus crías.

Ornitorrinco. El animalito demuestra la Evolución porque es un híbrido entre diferentes clases de vertebrados: tiene pico de ave (pato), tetas de mamífero, cola de castor y garras de nutria. Se reproduce por huevos en lugar de parir vivas a sus crías.

Pretender que todo musulmán es extremista sin querer ver ejemplos que desmienten tal afirmación, me recuerda el caso del ornitorrinco: Como el animalito es una demostración viviente de que la Evolución es cierta, cuando llegaron con un ejemplar y le dijeron a los sabios que defendían el Creacionismo: vaya, aquí tienen la prueba, para que aprendan! Saben lo que hicieron? Negaron la existencia del ornitorrinco, y resulta que lo tenían delante de ellos!

Creo que es cierto que en muchos lugares del mundo hay culturas atrasadas, que permiten o alientan prácticas terribles como la ablación del clítoris, la marginación y abuso de la mujer o la lapidación por adulterio. Son «bolsones residuales de barbarie«, como los llama un amigo mío. Pero decir que todos los que viven en un lugar así son partidarios de tales prácticas, es una mentira. Muchos, sencillamente están atrapados por haber nacido allí. Lo contrario sería como afirmar que todos los norteamericanos de Alabama son algodoneros segregacionistas. O que todos los cubanos que viven en Cuba son comunistas.

En  realidad, lo que está haciendo Trump es provocar el miedo de la gente para escudarse en él y  justificar sus sentimientos racistas. De hecho, los incidentes que involucran algún tipo de xenofobia han proliferado últimamente en EU, porque los xenófobos se siente alentados por Trump. Debería de darle vergüenza.

Para dejarlo bien claro: no todo musulmán es yihadista. Los hay por montones que son personas normales y buenas. Yo he conocido algunas, así que me consta. Y tratarlas a todas como si lo fueran, equivale a establecer un estado de excepción sin permiso. Y eso es un delito.

La Gran Muralla China. Largo total: más de 20,000 kilómetros. Su objetivo era evitar que los bárbaros de Mongolia entraran en China. Su construcción duró unos 2000 años. En realidad, sólo sirvió para dos cosas: para ná y para una chingada...

La Gran Muralla China. Largo total: más de 20,000 kilómetros. Su objetivo era evitar que los bárbaros de Mongolia y Manchuria entraran en China. Su construcción duró unos 2000 años. En realidad, como dicen en México, sólo sirvió para dos cosas: pa’ná y pa’una chingada…

El Muro

Antes de hablar del muro que pretende construír Trump a lo largo de la frontera de EU con México, me gustaría referirme brevemente al «problema fronterizo» en general.

Para ello, estableceré algunos hechos básicos, algo así como los axiomas del asunto:

Monto anual de las remesas de migrantes hacia sus familiares en México

Monto anual de las remesas de migrantes hacia sus familiares en México

  • Para los gobiernos mexicano, centroamericanos y del tercer mundo en general, los inmigrantes ilegales son un negocio redondo: una vez que pasan la frontera de EU, te quitas de arriba la responsabilidad de que tengan trabajo y se convierten en una fuente de divisas de primer orden porque buena parte de lo que ganan allá, se lo envían a sus familiares en sus respectivos países. En México en particular, las entradas en 2015 llegaron a los 25 mil millones de dólares, cifra comparable a los ingresos por la venta de petróleo.
  • Para el gobierno americano, también son un negocio redondo: los inmigrantes ilegales trabajan mucho y cobran poco. Es decir, si tuvieran que utilizar trabajadores gringos para los mismos trabajos, los productos o servicios saldrían muchísimo más caros.

Estas dos razones son las verdaderas responsables de que ese estado de cosas se haya mantenido durante tanto tiempo. Como siempre ha sido, la economía mayorea a la política.

La entrada irrestricta de mexicanos a EU no le convendría al gobierno de México, porque entonces se llevarían a sus familias completas y dejarían de enviar nada de retache. Y al gobierno norteamericano tampoco, porque el exceso de oferta de mano de obra tendría como resultado la baja generalizada en los salarios (no solamente los agrícolas), con la consecuente depresión económica. Por eso los gringos no implementan una política que ofrezca una ventana para que los inmigrantes legalicen su status: están protegiendo su economía.

Lo contrario también sería contraproducente: si de verdad interrumpen de cuajo la entrada de ilegales y devuelven a los que ya están dentro, México se quedaría sin remesas, y en EU los productos y servicios (suponiendo que contrataran a norteamericanos) se encarecerían hasta la locura.

De manera que como en tantas otras ocasiones, el negocio está en el equilibrio: «ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre», como dicen.

Todo lo demás -en particular las apelaciones a la soberanía y al patriotismo por parte de los funcionarios del gobierno de México, y la historia de los mexicanos violadores y delincuentes por parte de Trump- son palabrerías de políticos corruptos y/o demagogos y/o racistas.

Por ejemplo, si a Peña Nieto desde el principio de su mandato le hubieran importado tanto los indocumentados deportados por EU hacia México -una historia llena de separaciones familiares porque a la «migra», es decir, a la autoridades de inmigración sólo les importa cumplir la ley y no los aspectos humanos o más bien inhumanos del asunto-, ¿porqué se hizo presente en el aeropuerto para recibir a 150 hace sólo unos días, y no lo hizo ni una sola vez con los 3 millones que deportó Obama a sotto voce durante los 8 años de su administración?

Cualquiera diría que estaba tratando de utilizar la indignación popular hacia Trump, para recuperar aunque sea algo de aprobación en su gestión como presidente (ya anda por valores menores al 10%), verdad? Algo que huele a deshonestidad por todos lados.

Claro, podría pensarse en otra solución: que la economía mexicana mejorara tanto, que el incentivo de emigrar para ganar más, desapareciera (porque aún explotados, los migrantes ganan mucho más que en sus países de origen). Pero eso es más fácil de decir que de hacer. Al menos, con nuestros gobernantes actuales, tan inteligentes y dedicados…

adicciones

Las drogas

Otro aspecto del problema fronterizo, son las drogas. Ya me he referido a ello varias veces en este blog, pero no creo que pueda evitar escribir aquí de nuevo mis opiniones:

El negocio de las drogas depende de dos factores: la demanda y la prohibición. Si quitáramos cualquiera de ellos, el negocio se caería.

La demanda no la podría o sabría quitar nadie porque depende de la voluntad de la gente. Siempre habrá quien por ignorancia o por debilidad de carácter, intentará drogarse. Además, está en su derecho de hacer lo que quiera con su cuerpo. Aunque se haga daño. Igual que con el tabaco o con el alcohol, que también son sustancias adictivas pero no están prohibidas.

Luego entonces, la única forma de acabar con el negocio sería acabando con la prohibición. Que se drogue el que quiera, lo mismo con mariguana, con cocaína, con metanfetaminas o con lo que sea, y punto.

¡Pero qué barbaridad! -dicen los partidarios de la prohibición- eso no se puede hacer porque entonces el consumo aumentaría aún más!!!

Falso.

En primer lugar, el consumo de drogas en el mundo no ha hecho más que aumentar durante los últimos 70 años, casualmente el mismo tiempo que lleva vigente la prohibición. De manera que no ha servido de nada, no ha cumplido su objetivo.

En segundo lugar, hoy en día todo el que quiere consumir drogas, ya lo hace. Sólo que tiene que comprarlas a un altísimo precio.

Una vez oí decir al presidente de Costa Rica, hablando en una de esas reuniones de mandatarios regionales, que un kilo de cocaína en la frontera entre EU y México cuesta aproximadamente 1000 dólares. Pero que ese mismo kilo, en Nueva York, cuesta 150,000 dólares. Qué otro negocio multiplica tu inversión por 150 en unas horas?

Si elimináramos la prohibición, el precio bajaría drásticamente y el negocio ya no sería tan lucrativo, con lo cual las mafias tendrían menos dinero para sobornar jueces, policías, políticos, etc, o para comprar armas. Quizás seguirían traficando, pero en condiciones mucho menos ventajosas desde el punto de vista económico, como si traficaran con arroz, frijoles, o talco.

En tercer lugar está la experiencia de países que -como Portugal o Uruguay- han eliminado totalmente la prohibición. En dichos países el uso de drogas… ha disminuído!!! Cómo es posible??? Pues probablemente porque el consumo ya estaba saturado y el dinero que anteriormente se utilizaba sin mucho éxito para combatirlo, ahora se utiliza para enseñar a la gente a no hacerlo o para curar a los que ya lo hacían. Siempre hay quien hace caso. O sea, cuando algo ya está en su máximo, la única variación posible es para disminuír.

No puedo dejar de incluír aquí un párrafo con las conclusiones de un reporte sobre el caso de Portugal, hecho por el famoso CATO Institute de Washington DC, utilizando no pronósticos sino datos duros, recogidos luego de varios años de implementada la política de no prohibición:

«None of the fears promulgated by opponents of Portuguese decriminalization has come to fruition, whereas many of the benefits predicted by drug policymakers from instituting a decriminalization regime have been realized. While drug addiction, usage, and associated pathologies continue to skyrocket in many EU states, those problems—in virtually every relevant category—have been either contained or measurably improved within Portugal since 2001. In certain key demographic segments, drug usage has decreased in absolute terms in the decriminalization framework, even as usage across the EU continues to increase, including in those states that continue to take the hardest line in criminalizing drug possession and usage.»

La traducción del cual podría ser:

«Ninguno de los temores expresados por los opositores a la despenalización en Portugal se han materializado, mientras que muchos de los beneficios predichos por los diseñadores de la política antiprohibición, se han hecho realidad. Mientras que la adicción a las drogas, su uso y las patologías asociadas continúan creciendo rápidamente en muchos estados de EU, estos problemas -en virtualmente cualquier categoría importante- han sido detenidos u ostensiblemente mejorados en Portugal a partir del 2001. En ciertos segmentos demográficos clave, el uso de las drogas ha disminuído en términos absolutos bajo el esquema de despenalización, mientras que el uso en EU continúa incrementándose, incluyendo aquellos estados con las más fuertes regulaciones en contra de la posesión y el uso de drogas.»

Y entonces porqué ya no han quitado la prohibición? Porque les conviene.

¿Pero Cómo?!!!, estás diciendo que todo el esfuerzo que se hace para implementar la prohibición es falso, es pura pala, es simulación, y que en realidad están desde hace 70 años engañándonos? -dirán algunos de Uds.

Bueno, yo sé que a muchos le sorprenderá lo elaborado de mi respuesta a esta pregunta, pero no me queda más remedio que ser explícito y extenderme al máximo: SÍ!

Que qué pruebas tengo? Ninguna. O al menos, ninguna evidencial.

Pero circunstancial, sí tengo una: no hay ninguna otra respuesta. Si alguien durante 70 años toma la misma medicina y no mejora sino que empeora, una de dos: o a Ud. le conviene estar enfermo y está simulando que quiere curarse, o Ud. es un perfecto imbécil. Y francamente, no creo que los políticos sean imbéciles.

Entonces cuál es el beneficio, la razón por la cual no acaban con el problema de las drogas de una buena vez?

El lavado de dinero, naturalmente. Todas las economías del mundo, aquejadas de la muy infecciosa y peligrosa enfermedad llamada «deuda pública«, la cual crece incontroladamente hasta llegar como en el caso de EU al 100% de su PIB, sólo logran mantenerse a flote por la inyección de dinero sucio proveniente de las drogas. Este mecanismo es muy viejo, y está estudiado hasta en sus menores detalles. Es el eterno pleito entre Keynes y Hayek: o gastas -sacando el dinero de donde puedas- y te mantienes pero te endeudas, o ahorras y provocas una recesión. Punto.

Otro aspecto del problema que siempre me ha llamado la atención, es la distribución: para el gobierno de EU, México es culpable de producir y sobre todo, introducir la droga en su su territorio.

Para ello, se transporta de muy diversas maneras: en vehículos terrestres que atraviesan los pasos fronterizos y que la llevan escondida en algun lugar, mediante «mulas» o personas que llenan su tracto digestivo con bolsitas de nylon conteniéndola, «sembrando» la droga en el equipaje de turistas y visitantes inocentes, mediante avionetas que hacen vuelos rasantes y aterrizan en los desiertos, con pequeños submarinos y lanchas rápidas que tiran los paquetes al mar cerca de las costas, con catapultas que lanzan paquetes por encima del muro (que por cierto ya existe en muchas franjas de la frontera), con túneles, dentro de juguetes… en fin, el surtido de modalidades es casi infinito.

Se diría que existe todo un ejército de trabajadores del lado mexicano, dedicados al tráfico. Gente que marca tarjeta y va al trabajo como cualquier otro empleado.

Lo que me llama la atención es ver cómo todo ese tráfico -que en México necesita trenes de carga- se puede meter en las cajuelas de los 4 Grand Marquis de los traficantes neoyorquinos -de ésos con dientes de oro y cadenotas al cuello- que al parecer son los únicos encargados de distribuírla en el lado gringo.

Porque que yo sepa, del otro lado no hay nada más que distribución minorista…

O será que en realidad, del lado norteamericano EXISTE una red de distribución mayorista igual o mejor que la de su contraparte mexicana? Algo así tan grande como una red nacional de almacenes y camiones de distribución de CocaCola, pero sin que nadie los vea?

Vaya! Deben de estar pintados con pintura invisible, casi seguro.

Entonces, porqué no agarran a los mayoristas de su lado? Porqué sólo nosotros los de México somos los culpables?

De manera que en el caso concreto de EU y México, el asunto está completamente resuelto y diseñado. Cada parte tiene su papel y es como sigue: EU pone la demanda y mira hacia otro lado con cara de angelito, mientras que México pone los muertos y carga con la culpa.

Y no son diez, cien o mil muertitos, sino que desde el 2006 a la fecha vamos llegando a los 160 mil. Claro, esa cifra no es oficial. La oficial es mucho más baja. Pero también es mucho más dudosa, porque la política del gobierno mexicano siempre ha sido la de negar la realidad: ante cualquier matanza, descubrimiento de fosa clandestina, secuestro, atentado, etc, los funcionarios usan una frase que la mayoría de la gente en México ya toma a burla, lo llaman «un hecho aislado» -no un asesinato más, un secuestro más, etc, como sería lo honesto. Esos intentos de tapar el Sol con un dedo, en lugar de engañar a nadie, los hunden más en el desprestigio. En cierta forma, están repitiendo el caso del ornitorrinco. Proceder que -por cierto- fue descrito hace años con esta frase genial:

En nuestra época, el discurso político consiste por lo general en la defensa de lo indefendible… Así el lenguaje político está repleto de eufemismos, peticiones de principios y oscura vaguedad. George Orwell

Muro

Muro

«Localiza un muro de 15 metros de altura, y yo te encontraré una escalera de 16 metros», Janet Napolitano (Secretaria de Seguridad Nacional 2009-2013)

Y ahora resulta que en medio de este complejo panorama, se nos aparece Trump con su genial idea de hacer un muro.

Para cualquiera que intente pensar siquiera un poquito en el problema, en lo que se refiere a las drogas el muro no acabaría con el negocio, sino más bien lo haría más lucrativo. Ahora los narcos ya no tendrán el incentivo de multiplicar su dinero por 150, no. Ahora lo multiplicarán por 300.

Y en cuanto a los ilegales sucedería algo parecido: ya los coyotes no te pedirán 10 mil dólares por cruzarte del otro lado. Ahora te pedirán 20 ó 30 mil.

Porque lo que sí está en dudas -al menos para mí- es que el muro logre detener a alguien.

Los muros se perforan, se brincan, se destruyen, se pasan por debajo, en fin…

Establecer una barrera para detener un flujo cualquiera sin desactivar primero el origen de dicho flujo, es tan tonto como cerrar el desagüe de una presa en medio de un diluvio tipo Arca de Noé: lo único que lograrías es aumentar la probabilidad de que reviente la cortina de contención.

Si Trump aprendiera algo de Historia, sabría que la crónica de los muros en el mundo es muy larga. Y además, muy poco exitosa.

Mr Gorvachov: Tear down this wall! - Ronald Reagan in Berlin 1986

«Mr Gorbachev: Tear down this wall! » – famosas palabras de Ronald Reagan en su visita a Berlin, el 12 de Junio de 1987

La Gran Muralla China es el ejemplo más famoso. Pero hay otros muchos: la Línea Maginot, que no pudo contener a los alemanes en su avance hacia Francia en la II Guerra Mundial; la Muralla de La Habana, cuya construcción duró más de 100 años y cuando estuvo lista ya no había piratas así que la desbarataron enseguida; el Muro de Berlín que sólo sirvió para que los rusos quedaran en ridículo…

Lo que sí creo es que Trump tiene todo el derecho del mundo a construírlo siempre que lo haga en su territorio, no en el nuestro. Y con dinero gringo, por supuesto. Pero también creo que se convertirá en un monumento a su estupidez, de unos 3200 kilómetros de largo. No está nada mal para un megalómano, verdad?

TLC (Tratado de Libro Comercio de América del Norte)

TLC (Tratado de Libre Comercio de América del Norte entre Canadá, México y EU)

El TLC

Hay ciencias como la astronomía, que son llamadas «exactas» porque pueden pronosticar la aparición de eventos con precisión de fracciones de segundo -cuando ocurrirá un eclipse, por ejemplo- y ciencias como la meteorología o el pronóstico del tiempo, cuyas predicciones tienen un carácter más «estadístico», menos determinista: aunque se puede prever la trayectoria aproximada de un huracán, nadie es capaz de predecir con mucha antelación si pasará o no por un lugar en específico. Los factores que determinan el clima son tantos y están tan interrelacionados, que es casi imposible producir pronósticos con certeza absoluta.

La economía pertenece a este segundo grupo. Es más, me atrevería a decir que pocas cosas dependen más de factores aleatorios o imponderables. Las cosechas pueden estropearse por un fenómeno meteorológico o por un evento inesperado como un sismo o la aparición de una plaga. Las industrias pueden dejar de ser importantes por la aparición de una nueva tecnología que les robe el mercado. Las bolsas del mundo pueden experimentar una conmoción por algo tan sencillo como un estornudo o un grito. Las alianzas comerciales pueden dejar de ser convenientes a los ojos de quienes tienen la responsabilidad de mantenerlas, etc.

Además, creo que una de las actividades humanas en donde más se ponen de manifiesto los postulados de la Dialéctica (aquello de la Unidad y Lucha de Contrarios, la Negación de la Negación y la Conversión de la Cantidad en Calidad), es el comercio. Lo digo porque me doy perfecta cuenta de que en ese terreno cada aspecto o tendencia tiene su contraparte y no es posible definirse o aceptar una posición extrema sin perjudicar al régimen en su conjunto.

Por lo tanto, la posición que mejor garantiza la supervivencia del sistema se encuentra por lo general en el equilibrio.

Me explico con un ejemplo (aunque hay muchos): si el tipo de cambio con respecto al dólar favorece al peso, tendremos más poder de compra… pero disminuye el incentivo para la inversión extranjera, lo cual a la larga nos perjudica porque entra menos dinero al país y habrá menos empleos. Si por el contrario, favorece al dólar, las empresas extranjeras invertirán más y por lo tanto habrá más empleo… pero tendremos menos poder de compra (o de pago de obligaciones contraídas en dólares a tasa variable) porque las cosas costarán más a causa de que nuestro peso será más débil.

Claro, puede decirse que lo que costará más son las cosas externas, no los productos que sean enteramente mexicanos. Pero qué productos son enteramente mexicanos? A estas alturas del juego, prácticamente nada depende sólo de un país o de una zona. Todas las cosas están tan imbricadas, que resulta difícil pensar en algo totalmente aislado de lo demás.

Trump juega con eso al mostrar sólo una parte del problema: dice que el TLC perjudica a los EU porque las empresas norteamericanas vienen a poner sus fábricas en México y los obreros gringos pierden sus empleos. Pero no dice que las empresas hacen eso porque los salarios que pagan en México son 10 veces menores a los que tendrían que pagar en EU y de esa forma logran reducir los costos de producción y aumentar sus ganancias. Ganancias que por cierto, se llevan para EU.

Si detrás de esta visión parcial del problema que Trump le quiere meter por los ojos a sus compatriotas y al mundo, está su habilidad como empresario o se trata de simple terquedad de ignorante, es algo que está por verse. Pero creo que está jugando con fuego y nos puede dejar a todos colgando de la brocha. Y cuando me refiero a todos, es realmente a todos: a los mexicanos, a los gringos y al sunsurcorda.

Porque dadas las muestras de inteligencia y delicadeza de espíritu que ha dado hasta ahora, perfectamente puede terminar descalabrando la economía mundial, algo que acarrearía hambrunas y miserias nunca vistas. Y después echarle las culpas al que se le ocurra, Diosito incluído.

Además, resulta sorprendente que se queje de que la balanza comercial con México está desbalanceada en 60 billones de dólares anuales, pero no diga ni pío de la balanza con China, que está también desbalanceada pero en más de 300 billones!

Qué extraño! Así que muy bocón para amenazar al adversario chiquito, pero chito chitón con uno de su tamaño… que por cierto, es el principal acreedor de su deuda externa.

En cuanto al proteccionismo que pretende instaurar Trump, yo, que tengo ojos en la cara y un cerebro para pensar, se me ocurre que al menos en el caso de China la economía «cerrada o planificada» que durante muchos años practicó, le salió como tiro por la culata. Es decir, hasta que no se decidió a abrir sus fronteras y permitir que floreciera el libre mercado, no comenzó su desarrollo. Y hoy en día -aunque no son un país democrático sino un lamentable capitalismo de estado- al menos 300 millones de chinos han logrado salir de la miseria y su PIB ha crecido durante décadas a un ritmo asombroso, cercano al 10% anual. Algo que ya quisieran para un día de fiesta muchas otras naciones.

Aún recuerdo las palabras de Salinas en 1994 para vendernos la idea de que gracias al TLC, México entraría al primer mundo. Evidentemente, no fue así (seguimos en el tercero, con opción al cuarto…), pero como yo no tengo los conocimientos suficientes para hacer una evaluación global, prefiero dejar a Gerardo Esquivel -profesor del Colegio de México-, que nos de la suya:

«Las 2 décadas de vigencia del TLCAN han dejado un saldo de claroscuros. Por un lado, si evaluamos al TLCAN de acuerdo con sus objetivos inmediatos (comercio e inversión), los resultados son relativamente favorables aunque con una clara pérdida de dinamismo en los años recientes. Por otra parte, si evaluamos al TLCAN por sus objetivos finales, los resultados son claramente desfavorables, ya que el tratado no parece haber contribuido de manera significativa a aumentar el crecimiento económico, a cerrar la brecha con los socios comerciales, a reducir la migración, a mejorar los niveles salariales o a reducir la pobreza. Otras dimensiones aportan elementos favorables, como el aumento en el nivel de vida a través del acceso a una mayor variedad de bienes de consumo, aunque también hay resultados indeseables, como el aumento en la desigualdad regional o la mayor sincronización (y, por ende, vulnerabilidad) con el ciclo económico estadounidense.»

GERARDO ESQUIVEL es doctor en Economía por la Harvard University. Actualmente, es profesor-investigador de El Colegio de México. Sígalo en Twitter en @esquivelgerardo.

Mr. Twitty, o el mundo contra mí

Donald Trump, gran histrión

Donald Trump, gran histrión

Una de las experiencias inolvidables para los que sufrimos en carne propia los primeros años de la Revolución cubana, era ese constante estado de inquietud o sobresalto que provenía del Fifo, esa especie de pleito infinito entre el Coma-Andante y «los yankis», «los capitalistas», «los gusanos», «los banqueros de Wall Street», «los latifundistas», «los contrarevolucionarios», «los siquitrillados», «las agencias de prensa imperialistas», «los lacayos de Washington», «los mercenarios»… en fin, contra todo el mundo que no pensara y dijera exactamente lo que a él le convenía en cada momento.

Claramente, aquello denotaba una personalidad enfermiza y paranoica, que necesitaba sentirse el centro del Universo para estar a gusto.

En realidad, muchos políticos han hecho uso de esa técnica, porque saben muy bien que la agresión externa es una vía para lograr la unidad nacional, digamos que el patriotismo a ultranza sirve como instrumento de manipulación. Pero indudablemente el Fifo la llevó a un plano sublime, es decir, a su máxima expresión.

Y debido a esa amarga experiencia es que me resulta tan fácil identificar el mismo rasgo de carácter en Trump.

En el poco tiempo que lleva de presidente, el tipo ya ha tenido pleitos con Alemania, Francia, Australia, México, Rusia, el Poder Judicial, la CIA y otras agencias de seguridad nacional, la ONU, la OTAN, líderes de su propio partido, los medios de prensa, personalidades de Hollywood como Meryl Streep y Arnold Schwarzenegger…

Incluso en su propio gabinete ya van dos bajas, el consejero de Seguridad Nacional y la Secretaria interina de Justicia. Y no lleva ni un mes en el cargo!

Pez peleador (Betta)

Pez peleador (Betta)

Creo que lo único que me falta por ver es que se pelee consigo mismo ante el espejo, como hacen esos pecesitos de pecera…

Analizar cada uno de estos  pleitos extendería demasiado este ya de por sí largo artículo, pero al menos me gustaría referirme a un par de ellos:

El Cuarto Poder: la prensa

El Cuarto Poder: la prensa

Desde los tiempos de Hearst y posiblemente desde mucho antes, la prensa tiene una influencia decisiva en la opinión pública. Lo mismo puede exaltar a alguien y ponerlo en la cúspide del prestigio, que acabar con él y despeñarlo en un abismo insondable de descrédito. No importa tanto si es culpable o no, los periodistas pueden lograr que lo malo luzca bueno y viceversa.

Esta especie de arma de doble filo ha tenido sus momentos de gloria como cuando se utilizó en el caso Watergate para quitar a un presidente tramposo (Richard Nixon) y  también sus ratos de deshonra como cuando ayudó a los partidarios de George W. Bush a destrozar a Mary Mapes (la periodista de 60 Minutes que descubrió en 2004 -cuando  ya Bush era presidente y mandaba a los jóvenes a Iraq y Afganistán- el escándalo de Abu Ghraib y además que en 1968 el muy cabrón, usando la influencia de su padre, había burlado su deber de ir a luchar a Vietnam e incluso había desertado del Ejército sin que esto le hubiera acarreado mayores consecuencias), la cual en vez de recibir un Pulitzer como los periodistas del Washington Post, terminó despedida de su trabajo por la cadena CBS y acusada de mentirosa.

Pero independientemente de lo justo o no de las acciones de la prensa, de lo que sí no tengo dudas es de su poder.

Por eso los artistas y los políticos se cuidan muy bien de cortejarla.

correccion-politica

Corrección política. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: «Yo no creo que las mujeres tengan ningún derecho, y pienso que los gays deben ser ahorcados» – «Wow, qué pendejo eres! Tú debes ser republicano» – «No, realmente soy musulmán y esos son criterios de mi religión» – «Oh, lo siento mucho! Te pido disculpas! Espero que no creas que yo soy una islamofóbica!»

Y para que no me acusen de parcial, he de admitir que una buena parte de la misma se deja cortejar muy a gusto, sobre todo por la izquierda. Es decir, muchos de los medios de prensa actuales son «progres» (pro-demócratas), y partidarios de lo que se ha dado en llamar «la corrección política», actitud que en mi opinión, si se lleva al extremo también tiene grandes defectos.

El problema parece ser que Trump, navegando a toda vela en su océano de autosuficiencia, le molesta tener que cortejar a nadie, porque piensa que eso lo pone en un plano inferior. Y ello lo ha llevado a una verdadera guerra mediática.

Trump burlándose de Serge Kovalevsky, el periodista discapacitado del New York Times que hace años escribió una frase sobre el 9/11 que lo incomodó

Trump burlándose de Serge Kovalevsky, el periodista discapacitado del New York Times que hace años escribió una frase sobre el 9/11 que lo incomodó

Guerra que ha tenido sus momentos de máxima actividad, como cuando Trump se burló de un periodista discapacitado del New York Times, doblando su mano para remedar su defecto físico y simulando con su cara y su voz la de un retrasado mental -episodio impropio no sólo de un presidente sino hasta de un pandillero del Bronx– y que colmó la paciencia de muchos, incluyendo a Meryl Streep.

Declaración de principios: Yo le proporcionaré a las gentes de esta ciudad un diario que revelará las noticias de forma honesta. Yo les proveeré también una tenaz e incansable defensa de sus derechos como ciudadanos y seres humanos. Firmado: Charles Foster Kane.

Cuando al repasar el filme El Ciudadano Kane para escribir este artículo oí la frase anterior, casi me caigo de espaldas: coño -me dije- esto tiene un asombroso parecido con la realidad!!

El pleito de Trump con los medios se materializa en el uso de Twitter para saltárselos y enviarle mensajes directamente a la gente

El pleito de Trump con los medios se materializa en el uso de Twitter para saltárselos y enviarle mensajes directamente a la gente

El modo que ha encontrado Trump para evitar el tener que bajar la cabeza ante la prensa y no utilizarla como difusora de sus ideas, es Twitter. Por cierto, no deja de ser original. Ni siquiera quiere usar la cuenta @POTUS (P-resident O-f T-he U-nited S-tates), que es la oficial, sino que usa @realDonaldTrump, supongo que para evitarse depender demasiado del Departamento de Estado o de la Casa Blanca, una burocracia en la que no confía.

Casi casi me da pena con él, me imagino lo desagradable que debe ser andar así, desconfiando de todos y de todo, con miedo hasta del cenicero que está en tu mesita de noche, no le vayan a haber puesto un micrófono…

Ivanka Trump junto a su papá y a Justin Trudeau, en la oficina oval. Preciosa foto. Lástima que al estar sentada en la silla presidencial, dan la impresión de estar jugando con la investidura del cargo. Algo que solivianta a los que creen en la solemnidad de los símbolos nacionales. Otra muestra de falta de tacto. O de cerebro.

Ivanka Trump junto a su papá y a Justin Trudeau, en la oficina oval. Preciosa foto. Lástima que al estar sentada en la silla presidencial, dan la impresión de estar jugando con la investidura del cargo. Algo que solivianta a los que creen en la solemnidad de los símbolos nacionales. Otra muestra de falta de tacto. O de cerebro.

Y ya montados en el burro, pues a twittear se ha dicho! Lo malo es que lo mismo se refiere en sus twitts a problemas de estado, que al negocio de modas de su hija Ivanka. Algo equivalente a mezclar la lista del super o de la lavandería, con los asuntos constitucionales. Y que en vez de resolver nada, lo pone en ridículo y lo hace ver como alguien que no distingue lo solemne de lo intrascendente.

Como dicen en Cuba para referirse a alguien terco: «el tipo no quiere perder ni a las escupías!«…

putin

Caricatura de Vladimir Putin, actual líder del gobierno de Rusia y antiguo coronel de la despreciable KGB, el organismo represor de los tiempos del comunismo. La sombra que proyecta su cara… es la Joseph Stalin, el dictador ruso (en realidad georgiano) que gobernó el país con mano de hierro durante 30 años y asesinó a unos 20 millones de sus compatriotas.

El affaire Putin

Pero hay otras cosas más serias. El otro pleito al que quisiera referirme, es el referente a Rusia. No es seguro, pero podría convertirse en su Waterloo, digo, su Watergate.

Aquí el asunto no está tan claro. Parecía que al principio Trump era partidario de hacer las paces con Rusia (quizás tratando de buscar un amigo que lo ayudara a compensar la dependencia económica con el principal acreedor de la deuda externa norteamericana: la China comunista). Incluso, una de sus primeras acciones como presidente fue llamar a Taiwán (la pequeña isla en donde está la China capitalista), algo que molestó mucho al gobierno de Pekín, acostumbrado a ningunear y amenazar a la gente de la islita (allí fue donde se refugiaron las gentes de Chian Kai-Shek, el enemigo de Mao, luego de perder la guerra civil). Parecía como si estuviera tratando de alejarse de China y acercarse a Moscú.

Esto, luego de que Rusia fuera «el coco» para los americanos durante toda la Guerra Fría, olía a algo así como traición.

Mapa del mundo según la novela 1984. Imagen proveniente de https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=67106

Mapa del mundo según la novela «1984». Imagen proveniente de https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=67106

En particular, a mí me hacía recordar de nuevo «1984«, la genial novela de George Orwell, en donde había tres grandes potencias: Eurasia, Oceanía y Estasia. Siempre en guerra entre sí, con la particularidad de que por lo general dos de ellas se aliaban contra la tercera. Pero no eran siempre las mismas, es decir, a veces Eurasia se aliaba con Oceanía y las dos iban contra Estasia -que hacían ver como el más despreciable enemigo-, pero a veces cambiaban las alianzas y entonces había que cambiar todo, para hacer ver que el despreciable enemigo era el que hasta hacía poco era el más sólido y honorable amigo. Y para que todo funcionara, tenían el Ministerio de la Información, que tenía entre otras funciones el destruír toda la propaganda anterior que criticaba a Estasia, y reimprimirla poniendo a Oceanía como la mala de la película, de manera que nadie pudiera encontrar siquiera una referencia al tiempo en donde las cosas eran al revés. Un verdadero festival de la hipocresía.

Pero luego, las cosas cambiaron de signo: comenzaron a «aparecer» rumores de que Rusia había manipulado sus datos de inteligencia para beneficiar a Trump. Ello hacía pensar en una de dos posibilidades, ninguna de las cuales resultaba agradable: 1) Que Trump fue una especie de marioneta inconsciente de los rusos ó 2) Que Trump se puso de acuerdo con los rusos para que éstos lo ayudaran en su campaña presidencial, desprestigiando a Hillary al publicar documentos comprometedores (sus famosos emails?).

Elefante en cristalería

Elefante en cristalería

Últimamente, las cosas se han vuelto al revés: Trump ha hecho declaraciones criticando a Rusia por haberle quitado a Ucrania el control de la península de Crimea. Y Rusia ha contestado diciendo que no piensa devolverla. Si esto es pala, o es una especie de «escape hacia adelante» de Trump para tratar de recuperar su prestigio, es algo que está por verse. Pero de todas formas, aparece como un palante-y-patrás que no habla muy bien de sus objetivos en la política exterior norteamericana. Más bien, me recuerda a la clásica frase sobre el elefante en la cristalería. O mejor, en la oficina oval.

Oficina oval, lugar oficial de trabajo del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica

Oficina oval, lugar oficial de trabajo del Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica

El asunto todavía no se ha resuelto, pero ya le costó el puesto al asesor de Seguridad Nacional y en estos momentos apunta a una investigación del Congreso. Ya el Poder Judicial le propinó hace poco un primer sopapo con el asunto del Muslim Ban, y si esto otro prospera, podría terminar en un impeachment.

Todavía parece lejano, pero si sucediera creo que me alegraría, porque independientemente de todo lo demás, los tipos muy sanguíneos o de mecha corta como Trump, no son los mejores guardianes del botón rojo del maletín nuclear. Su ira los hace ser fácilmente manipulables. Y de ahí al vacío, no hay más que un paso.

-0-

Abundando en el tema de los partidarios de Trump y dada mi condición de exiliado cubano, antes de terminar quisiera referirme brevemente a un grupo del cual me siento cercano. A ver si me logro expresar con claridad:

He notado que algunos de mis compañeros de exilio apoyan a Trump porque ven en él la mano fuerte que puede vencer al desgobierno de los Castro. Esto, luego de haber sufrido en su propia carne prisiones o abusos de todo tipo durante casi 60 años, es completamente comprensible. Para colmo Obama, con sus absurdas concesiones al régimen sin exigir ningún tipo de compensación -algo que en su versión optimista es ingenuo y en la pesimista es traición-, no hizo más que echar sal en las antiguas heridas. Ud. estaría de acuerdo en que un tribunal ofreciera el perdón al asesino de su padre?

Pero en mi opinión, el odio incubado durante decenios puede volvernos incapaces de distinguir el bien del mal. En otras palabras, puede suceder que la venganza se convierta en el leitmotiv de nuestras vidas al punto que no nos importe el modo de alcanzarla. Y si esto sucede, el enemigo puede decir que nos venció. Porque al arrastrarnos a su terreno, nos hace su igual, nos envilece.

No podemos dejar que eso suceda.

Si para vencer al impositivo, mentiroso y demagogo desgobierno castrista de izquierda, usamos los métodos de un impositivo, mentiroso y demagogo desgobierno trumpista de derecha, no estamos resolviendo gran cosa. En realidad estamos «desvistiendo un santo para vestir a otro». Sería una victoria «pírrica».

Al depositar nuestras esperanzas de solución al problema cubano en las manos de alguien cuyos métodos populistas se asemejan como dos gotas de agua a los métodos populistas del dictador Castro, le apostamos al fracaso. No puedo imaginarme cómo los exiliados cubanos que muestran simpatía por Trump, no notan las profundas semejanzas entre los dos narcisistas-megalómanos. Están viendo otra versión de la misma película de terror que ya vieron antes, y no logran distinguir que el asesino es el mismo, sólo que su rol está encarnado por otro artista.

Si yo fuera psicólogo, quizás pudiera intentar seriamente darle una explicación a esta especie de ceguera. Por lo pronto, lo único que se me ocurre es pensar que se trata de simple negación de la realidad negativa, porque es muy duro salir huyendo de tu país por motivos políticos, dejándolo todo atrás: tu patria, tu familia, tus amigos, tu cultura… para encontrarte que en el lugar donde te fuiste, cojean del mismo pie. Hay que ser muy honesto para aceptar -como dice la canción- que tropezaste de nuevo con la misma piedra. Francamente, es desesperanzador.

Pero además, están proclamando sin darse cuenta su poca fe en los ideales sobre los cuales se basa democracia, o su bajo nivel de educación cívica. De cierta forma están diciendo que el sistema de leyes, pesos y contrapesos no funciona, y que -para decirlo con una vieja frase del desacreditado PRI mexicano- «El que no transa, no avanza».

De paso, se están exponiendo a ser objeto de los mismos métodos. Una vez que Trump se haya consolidado en el gobierno poniendo en los puestos claves a sus compinches, qué impediría que -por ejemplo- la agarrara contra los cubanos que han logrado afianzarse en EU y quisiera expulsarlos hacia Cuba tachándolos de comunistas o de lumpens, como quiere hacer con los mexicanos tachándolos de asesinos y violadores?

Creo que en el pobre horizonte intelectual y filosófico de Trump sólo hay un máximo valor: el dinero. Y el día que se de cuenta de que en Cuba hay un mercado casi virgen de 11-12 millones de personas que necesitan desesperadamente desde calcetines hasta automóviles, pasando por medicinas y alimentos, viviendas y carreteras, etc, a lo mejor y le da por hacer negocios con los Castro. Y entonces los que esperan que él se enfrente al desgobierno de la Isla, estarían -como dicen en México- «cornudos y apaleados».

Ven porqué los ideales no pueden abandonarse? Son la única forma de sentirse en paz con uno mismo, de hacer algo a futuro de lo cual no tenga que arrepentirme nunca.

-0-

Me faltan por discutir cosas como la marcha atrás en el Obamacare, la posición de Trump ante los desgobiernos de Venezuela, Corea del Norte, y otros asuntos más. Pero esto está ya demasiado largo. Además, debo decir que no en todos los aspectos estoy en desacuerdo con él. Por ejemplo, en lo del control de armas, coincido con su posición. Pero no en lo de prohibir el aborto. En fin, que todavía hay tela por donde cortar. Creo que todavía es muy temprano para hablar de muchas de ellas. Ya tendré que escribir cuando se vea bien a dónde quiere llegar en esos temas.

Ya me descargué, y el efecto terapéutico de escribir se está haciendo notar.

Ojalá y esté equivocado en todas las apreciaciones que he expuesto en este artículo. Prometo disculparme si los hechos posteriores demuestran que no tuve razón. Pero si no es así…

Que Diosito nos coja confesados!

Maletín nuclear

Maletín nuclear

 

Acerca de azayas48

Físico médico, programador de computadoras. Fan de Visual Basic y SQL. Cubano por nacimiento, mexicano por naturalización y por corazón.
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2 respuestas a Un mundo feliz, o falaz (XII)

  1. Pingback: Un mundo feliz, o falaz (XI) | Las cosas que me gustaría saber

  2. Saturnino dijo:

    El que mucho abarca poco aprieta. Prefiero comentar este articulo dentro de al menos 1 año. Los articuleros «profetas» tienen mucho parecido con los diletantes.

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